domingo, 8 de enero de 2017

enero 08, 2017
Pedro Echeverría V.

1. Los gobiernos de México, del PRI o del PAN –aunque sean los más corruptos y asesinos- pareciera que tienen que cumplir los seis por los que fueron votados. Obregón que gobernó de 1920 a 1924 (los cuatro años que decía la Constitución) fue reelecto para gobernar de 1928 a 1932, pero en su banquete de felicitación fue asesinado. Calles entonces –que gobernaba desde 1924, inició un “Maximato” que fue el “derecho de gobernar como jefe máximo” manipulando a los presidentes en turno. En ese contexto, a partir de 1934, se inauguró el periodo sexenal que inició Lázaro Cárdenas y concluyó –con algunas broncas por la expropiación petrolera y la guerra mundial- pero concluyó su sexenio. Han transcurrido 82 años, casi 14 sexenios, y todos los sexenios han sido gobernados en beneficio de los empresarios (no del pueblo) y todos los sexenios han sido concluidos. Más aún los últimos 15 presidentes han sido premiados con una gran pensión económica millonaria y muchos privilegios más.

2. El presidente actual, Peña Nieto, es quizá (de los últimos cinco sexenios) el que más protestas y movilizaciones de la población ha tenido que soportar. No porque los anteriores, por ejemplo, Alemán, Díaz Ordaz, López Portillo, hayan sido buenos gobiernos, sino porque la población participaba menos, los medios de información estaban más limitados y estábamos aislados del contexto internacional. Sin embargo, la realidad es que esas burguesías del mundo (contando con fuertes apoyos del imperio mundial) han parecido muy fuertes. Podrán verse que los presidentes son muy tontos o imbéciles aplicando políticas contra sus pueblos, pero no caen del poder porque cuentan con una estructura capitalista que los mantiene. Incluso, cuando han perdido el gobierno, como pasó con Cuba, Venezuela, Bolivia, Brasil, Nicaragua, siempre han encontrado cualquier estrategia para recuperarlo: vía electoral, golpe de Estado o golpes económico/financiero.

3. Podría estar anclado en el pesimismo al ver fortaleza de la clase dominante y debilidad e inconsecuencia en las fuerzas de oposición; todavía soy un pesimista esperanzado y activo participante, pero no tengo argumentos para demostrar que avanzamos en nuestras luchas como clase trabajadora. Ahora me pregunto: ¿Cómo carajos el presidente Calderón, el asesino de cien mil mexicanos quiere poner a su esposa en la presidencia? ¿Cómo chingados se mantiene Peña Nieto en la Presidencia si lleva el mismo ritmo de asesinatos, si el desempleo, los salarios miserables, la migración, la devaluación, todo está de cabeza hasta llegar hoy al llamado gasolinazo en donde los 31 estados del país y el DF, están movilizados realizando manifestaciones y bloqueos? Obvio, el PRI/gobierno y el PAN han aprendido que el pueblo vale poco porque siempre se le controla al cansarse en la lucha y retirarse a su casa. ¿Cuánto más hay que luchar y esperar?

4. Está cabronsísima la situación. El PRI/gobierno, los partidos, los empresarios, los medios de información, la iglesia, incluso los llamados intelectuales, forman una unidad y si alguno de ellos se sale del carril, es excepcional; todos ellos terminan pidiendo en coro “diálogo y lucha pacífica”, así como acusando al pueblo y a los luchadores sociales de violentos y aprobando la represión contra ellos. Saben, por experiencia de siglos, que la violencia surge desde que la clase dominante impone sus políticas de explotación, de marginación, de saqueo y desigualdad. Lo único que ha hecho el pueblo, los trabajadores, es resistir, vivir en la miseria, huir de la represión y preparar a sus hijos para ser los siguientes esclavos. Sigo esperanzado en que los futuros levantamientos y bloqueos acaben con la dominación para que el pueblo ya unido y organizado organice la sociedad igualitaria por la que hemos luchado y soñado durante siglos. (8/I/17)

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