domingo, 22 de enero de 2017

enero 22, 2017
José Repetto

Desde hace tiempo, Raúl Paz ya no pinta ni suena para la alcaldía de Mérida, mucho menos para la gubernatura.


Sin duda lo supo desde el pasado proceso, en el instante que vio que no tenía más remedio que "bajarse", que jamás sería alcalde ni gobernador. Debió saberlo desde que salió a la luz el video de Puerto Vallarta donde se le ve en una fiesta con prostitutas, pero su gente se aferró a ese capricho por varios meses.

Como parte de los acuerdos entre la cúpula panista con miras al 2018, y bajo el amparo de San Rafael (Moreno Valle), es posible que reciba una diputación federal de representación proporcional a modo de "regalo de despedida" o, mejor dicho, puente de plata para su huida, pero sería un error poner su nombre en cualquier planilla y eso todos lo saben.

Únicamente lo sostienen los demás liderazgos de su partido, mismos que lo ayudaron a llegar a la presidencia estatal del PAN tras el proceso de 2015.

Pero a los ciudadanos no nos importa si Paz se lleva o no con Rosa Adriana, si Huacho Díaz es parte del acuerdo, si en vez de difundir logros el partido se empeña en vendernos su mentada unidad, etc. Lo que nos importa es que nos presenten con opciones, valga la redundancia, presentables.

La ciudadanía no respeta a Paz ni lo ve como un opositor serio, tanto por sus posturas tibias y de aval al gobierno en turno -salvo en contados temas- como por sus escándalos, su papel en el tema de los moches y su tibieza al no estar en posición de denunciar o señalar la corrupción de los demás actores políticos en su partido, pues a cola larga, lengua corta.

En volanteos recientes le han mentado la madre, le han preguntado si lo que reparte son flyers para un nuevo table, le han echando en cara su voto a favor de la Reforma Energética y señalado que es una incongruencia que él proteste por la situación del país.

Raúl Paz es una persona paranoica que cree todos conspiran en su contra. Para él no son sus acciones las que dan pie a la crítica, siempre hay alguien, algún "enemigo", detrás. Harían mal quienes de alguna forma estén subordinados o siguen siendo afines a él en seguir ese ejemplo. Tal vez vaya siendo hora de deslindarse y cambiar de grupo político.

Al fin y al cabo "Rulo" no pasará hambre, pues todos saben en qué zona de la ciudad vive, que es millonario y que tiene amigos poderosos.

El próximo domingo hablaremos respecto a otros liderazgos y figuras dentro de Acción Nacional.