miércoles, 11 de enero de 2017

enero 11, 2017
WASHINGTON D.C., 11 de enero de 2017.- Rex Tillerson, ex director ejecutivo de ExxonMobil y designado por Donald Trump para conducir el Departamento de Estado, ha declarado hoy que las "actividades recientes" de Rusia van en contra de los "intereses americanos".

"Mientras Rusia busca respeto y relevancia en la escena mundial, sus recientes actividades van en contra de los intereses estadounidenses", dijo Tillerson en su audiencia de confirmación en el Senado, en medio de preocupaciones por sus lazos con Rusia.

El futuro jefe de la diplomacia reconoció que Moscú "ha invadido Ucrania, incluida la anexión de Crimea , y apoyado a fuerzas sirias que violan brutalmente las leyes de la guerra", por lo que "nuestros aliados en la OTAN tienen razón al alarmarse sobre la pujanza de Rusia".

Rex Tillerson asiste a su primera audiencia de confirmación en el Senado. (EFE)

No obstante, fue "la ausencia del liderazgo estadounidense" lo que dejó "la puerta abierta y envió señales no intencionadas", señales "débiles o ambiguas sobre 'líneas rojas'", aseguró, en una clara referencia al incumplimiento de Barack Obama en 2013 de su promesa de intervenir en Siria si el régimen usaba armas químicas.

Varias personas han interrumpido la comparecencia de Tillerson y para protestar por su futuro nombramiento. Han sido desalojadas por los guardias de seguridad. Fuera del Senado también se han repetido las protestas de activistas del medio ambiente, algunos de ellos disfrazados de dinosaurios para criticar que se nombre a un ex directivo de una petrolera como jefe de la diplomacia.

Medios estadounidenses como la CNN, The Washington Post y The New York Times publicaron ayer información basada en un informe de inteligencia según el cual Rusia posee datos comprometedores suficientes como para "chantajear" a Trump. "Rusia es peligrosa pero no impredecible", ha dicho el futuro secretario de Estado. Estados Unidos no será probablemente nunca "amigo" de Rusia, ha añadido.

"Para lograr la estabilidad que es el fundamento de la paz y la seguridad en el siglo XXI, el liderazgo americano no sólo debe ser renovado, tiene que ser reivindicado", ha señalado Tillerson en el segundo día de audiencias ante senadores demócratas y republicanos para evaluar las credenciales del gabinete escogido por Trump. Una declaración en la que se espere que despeje dudas sobre los posibles conflictos de interés que tendría un futuro jefe de la diplomacia estadounidense con toda una vida en el sector de la industria petrolera.

Tillerson también habló sobre Cuba y afirmó que el país no ha hecho concesiones en derechos humanos tras el acercamiento con Estados Unidos y que Washington no la ha hecho responsable por su "conducta".

"Nuestro reciente acuerdo con el gobierno de Cuba no fue acompañado por ninguna concesión importante en derechos humanos. No los hemos hecho rendir cuentas por su conducta", dijo Tillerson durante una audiencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado. Respecto a China, afirmó que "no ha sido un socio fiable" para lidiar con la amenaza nuclear de Corea del Norte.

En simultáneo, la Comisión de Asuntos Judiciales seguirá en la segunda parte de la sesión de confirmación de Jeff Sessions para el cargo de secretario de Justicia.

Tillerson, de 64 años, ha trabajado toda su vida en Exxon, donde pasó más de 40 años, y con la que hizo negocios en Arabia Saudita, Yemen, Chad, Irak, y Rusia, en ocasiones contrarios a los intereses de Estados Unidos.

Un hombre de negocios

En un discurso el pasado febrero en la Universidad de Texas, el empresario dijo que ante los distintos gobiernos extranjeros que no representaba a Estados Unidos: "No estoy para representar los intereses del gobierno estadounidense. No estoy para defenderlos ni para criticarlos. Soy un hombre de negocios", dijo a los estudiantes. Ahora Tillerson deberá convencer a los senadores de lo contrario.

Además, su estrecha relación con el presidente ruso Vladimir Putin puede resultar problemática, después que las agencias estadounidenses de inteligencia concluyeran que Moscú organizó una campaña de injerencia en las elecciones del 8 de noviembre, que ganó Trump.

El calendario de audiencias acordado por los republicanos ha provocado el enfado de los demócratas, en minoría en ambas cámaras del Congreso, y que consideraban demasiado rápido el programa.

Además, la Oficina de Ética del gobierno expresó preocupación porque algunos candidatos tienen "potencialmente problemas éticos no resueltos", otros ni siquiera han entregado sus declaraciones de ingresos, en una carta al jefe de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer.

La audiencia de Tillerson sigue a una agitada jornada del martes en el Senado por la audiencia de confirmación de Jeff Sessions para encabezar el Departamento de Justicia. En una sesión maratónica de más de diez horas ante la Comisión de Asuntos Judiciales, el senador de 70 años se mostró duro contra la inmigración clandestina, al tiempo que se defendió de acusaciones de racismo.

"Esas acusaciones son detestablemente falsas", apuntó en referencia a comentarios degradantes hacia personas negras que había hecho hace años. También se le acusaba de tener simpatía por la organización racista Ku Klux Klan (KKK). Esas acusaciones sepultaron su nominación a juez federal en la década de 1980. (AFP)