Pedro Echeverría V.
1. Siempre, quien gana en los diálogos es la parte que tiene más fuerza no el que tiene la razón. Los trabajadores de todo el mundo siempre son los que tienen la razón porque son los productores de la riqueza que las sociedades consumen. Sin embargo –aunque posean la razón y, se supone que por su número deberían tener la fuerza- casi nunca cuentan con la conciencia de unidad porque la clase dominante (los empresarios y gobiernos que manejan a los militares, policías, leyes y cárceles) siempre hacen uso muy efectivo de los medios de información buscando embrutecer y desunir al pueblo. Lo que sucede en Oaxaca, a partir del primero de diciembre, es otra cosa: El enorme prestigio de los maestros de la CNTE por todas sus experiencias y el joven gobernador que busca iniciar su gobierno en paz.
2. Aunque cuando se es objetivo no pueden surgir las ilusiones, pienso que este diálogo puede ser un modelo, un empuje, para que los maestros de la Coordinadora (CNTE) del país reinicien sus movilizaciones y bloqueos en los 15 estados más fuertes y que las demandas que logren los compañeros de Oaxaca puedan instrumentarse en otros estados: a) regreso de las plazas a todos los maestros cesados, que pueden ser unos cuatro mil; b) libertad a todos los maestros presos por el movimiento; c) pago de todos los salarios que se adeudan; d) dejar abierta una mesa de negociaciones para analizar las necesidades urgentes en las escuelas y e) apertura del diálogo nacional en gobernación para que ningún estado tenga problemas pendientes. Olvidar la reforma educativa e instalar cursos de nivelación académica/pedagógica en todo el país.