Pedro Echeverría V.
A los 23 meses de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos por el gobierno
1. La rechifla, acompañada por gritos de reclamo y descontento contra el secretario de Educación Aurelio Nuño fue muy grande. Por poquito lo hacen llorar y dirigirse a los servicios sanitarios. Los 50 policías que lo cuidaban dispararon sus cámaras para fichar y luego reprimir a los profesores. Éstos no lo dejaron hablar porque la gente ya está cansada de verlo en televisión repitiendo el mismo discurso. El pobre Nuño cuando abre la boca para hablar parece un muñeco de teatro guiñol movido por su titiritero. Es muy pobre su léxico, quizá no sea más de 20 palabras acomodas para amenazar, castigar, suspender, repetir que la educación es buena.
2. La rechifla y los gritos de protesta no son signo de intolerancia o cerrazón; al contrario, significa que la gente ya está cansada. Fox en 2005, cuando quiso evitar que López Obrador sea candidato presidencial y buscó desaforarlo, en varios estados de la República fue abucheado evitando que hable. La gente ya estaba hasta la madre contra él y su esposa; ya no quería escucharlo porque mentía mucho y se burlaba del pueblo. Pienso que esas medidas de perseguirlo con protestas y gritos donde estuviera, lo orilló a suspender el desafuero que instrumentaba contra AMLO. Por ello aplaudo con mucho gusto la rechifla de los profesores del Edo. De México.