WASHINGTON D.C., 29 de abril.- El bombardeo a un hospital de Médicos sin Fronteras en la ciudad afgana de Kunduz el año pasado se debió a una serie de errores y debe ser castigado, pero no puede ser considerado como un crimen de guerra, dijo este viernes el Pentágono.
Por estas acciones el Departamento de Defensa ha disciplinado a 16 militares, pero ninguno enfrentará cargos criminales, agregó.
En una conferencia de prensa el general Joseph Votel, jefe del Comando Central (Centcom) de las Fuerzas Armadas estadounidenses, explicó que en el ataque lanzado el 3 de octubre de 2015 la tripulación del avión AC-130 no disponía de una lista de sitios protegidos en la región de Kunduz.
Profesionales de MSF tratan a víctimas afganas de un ataque talibán en el hospital de Kunduz afectado por el bombardeo. (MSF) |
"La investigación ha concluido que algunos miembros del personal (militar) no respetaron las reglas de combate y el derecho que rige los conflictos armados. Por el contrario no se concluyó que estos errores sean un crimen de guerra", señaló Votel.