ESTAMBUL, Turquía, 13 de marzo.- Una potente explosión en el concurrido corazón de Ankara, la capital turca, ha matado al menos a 34 personas y herido a 125, según la delegación del gobierno local. La detonación ocurrió junto a una parada de autobuses municipales y la salida de la estación de metro de Kizilay. Ankara ha sufrido tres sucesos similares en los últimos cinco meses; Turquía, ya un atentado por cada mes de este año.
Según testigos citados por la agencia DHA, un coche se empotró contra la parte trasera de un autobús municipal y estalló. El delegado del gobierno en Ankara apuntó a un vehículo con explosivos como responsable de la tragedia, pero evitó referirse a un "atentado". Una cámara de seguridad grabó a las 18.45 hora local un escenario infernal. El área, junto al conocido parque de Güven, llena de transeúntes en ese momento, se sumió en las llamas.
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Un coche bomba mató al menos a 34 personas en un centro de transporte repleto de personas el domingo en la capital turca, Ankara, hiriendo al menos a 125 más, el segundo ataque de ese tipo en el corazón administrativo de la ciudad en menos de un mes. (AFP) |
Docenas de ambulancias llegaron al sitio de la matanza, que quedó acordonado y fuertemente vigilado por docenas de policías y antidisturbios. "23 personas fallecieron en el lugar de los hechos y otros lo hicieron mientras eran trasladados al hospital", puntualizó el gobernador. Uno o dos de los muertos son terroristas, según el ministro de Sanidad turco. Unas dos horas después de la explosión, mientras se investigaba sobre el terreno, el primer ministro turco Ahmet Davutoglu organizó de emergencia una cumbre de seguridad para abordar el suceso.
En otra de esas decisiones que siembran la polémica cada vez que Turquía sufre el látigo del terrorismo, la Fiscalía de Ankara ordenó la censura informativa a petición del Consejo Supremo de Radio y Televisión. En un país donde la gente se informa mayormente por televisión, toda cobertura en directo de la masacre quedó prohibida. Algunos usuarios de Internet y activistas digitales advirtieron de la ralentización del acceso a Twitter y Facebook a través de proveedores turcos. Un tribunal prohibió el acceso a estas redes sociales.
Una fuente anónima de las fuerzas de seguridad, citada por la agencia Reuters, aseguró que "según los primeros resultados, parece que el ataque fue organizado por el PKK o una organización vinculada". El PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) es una guerrilla kurdoturca considerada como terrorista por Turquía, EEUU y la UE.
Horas después del ataque el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, denunció que éste "tiene por objetivo la integridad del país, la unidad del pueblo y la convivencia". "No reducirá nuestra determinación en la lucha contra el terror, sino que nos hará aún más decididos", prometió el mandatario en un comunicado colgado en la página web de la presidencia turca.