jueves, 1 de diciembre de 2016

diciembre 01, 2016
CIUDAD DE MÉXICO / MONTERREY, 1 de diciembre de 2016.- La empresa Carrier decidió mantener su planta en Indianápolis y no trasladarla a México ante la promesa del Vicepresidente electo de Estados Unidos, Mike Pence, de entregarle a la compañía incentivos fiscales por 700 mil dólares anuales, revelaron fuentes a la revista Fortune.

Apenas ayer la empresa confirmó que se quedaría en Estados Unidos, aunque no dio más detalles al respecto.

De acuerdo con Fortune, Greg Hayes, director general de United Technologies (UTC), dijo al Presidente Electo, Donald Trump, que con el traslado la compañía ahorraría 65 millones al año.

Sin embargo, dice el medio, Trump respondió que esos ahorros serían pequeños comparados con los ahorros que UTC disfrutaría por reducciones de las tasas de impuestos que pensaba otorgarle.

Hayes dijo que trabajaría con el vicepresidente electo Pence para valorar la situación.

Carrier dijo que llegó a un acuerdo con el presidente electo Donald Trump para conservar los empleos en su planta en Indiana. (Mundo Hispánico)

Posteriormente acordaron que la empresa obtendría más o menos 700 mil dólares de incentivos al año.

La negociación no abarcó otros mil 300 puestos de trabajo que aún irán a México, procedentes de Huntington, Indiana.

A su vez, la empresa emitió un comunicado que señala que el acuerdo para mantener empleos en Indianápolis es realizable porque el presidente electo Donald Trump ha prometido “crear un ambiente mejorado, más competitivo para las empresas estadounidenses”.

Carrier asegura también que los incentivos ofrecidos por el estado “fueron un punto importante a considerar”, aunque no detalla la cifra.

Y hace énfasis en que el acuerdo “de ninguna manera hace disminuir nuestra creencia en los beneficios del libre comercio y en que las fuerzas de la globalización seguirán requiriendo soluciones”.

Al persuadir a Carrier de mantener cientos de empleos en Indiana, Trump proclamó un triunfo a nombre de los trabajadores de la fábrica cuyos puestos iban a ser trasladados a México. Pero los pocos detalles que han surgido hasta ahora dificultan conocer el grado de la victoria.

En las instalaciones de Carrier en Indianápolis, el acuerdo rescata a unos 800 empleados sindicalizados cuyos trabajos iban a ser trasladados a México, según autoridades federales que recibieron información por parte de la compañía de equipos de calefacción y aire acondicionado. Eso deja entrever que aun así, cientos de empleados perderán sus trabajos en la fábrica, en la que se había programado el cese de alrededor de mil 400 miembros del personal.

Además, ni Trump ni la empresa han revelado lo que tendrían que ceder los trabajadores, ni precisaron qué tipo de amenazas o incentivos se utilizaron para persuadir a la compañía.

“Hay emoción en la mayoría de las personas, pero también mucho escepticismo y preocupación porque no sabemos los detalles”, dijo TJ Bray, de 32 años, quien tiene 14 años como instalador de aislamiento en calderas. “Algunos están preocupados. Y también hay algunos que ni siquiera creen que el acuerdo sea real. Creen que es una farsa, una pantalla o un fraude”.

Al sur de la frontera, las autoridades del estado mexicano de Nuevo León expresaron su decepción ante el anuncio de Carrier.

Actualmente Carrier opera una planta en Nuevo León y ya construyó otra, que no se ha ocupado, como parte de una expansión de 200 millones de dólares.

La Senadora Marcela Guerra dijo que el nuevo acuerdo traerá consecuencias graves para ambas partes.

“La que va a pagar los platos rotos es la empresa, porque sus productos van a ser más caros. Incluso puede llegar a la bancarrota”, señaló Guerra.

El senador demócrata de Indiana, Joe Donelly, también expresó sus dudas sobre lo que podría significar el acuerdo para los trabajadores.

“¿Quién conservará su trabajo? ¿Cuál será la estructura para la retención? ¿Qué se pondrá en marcha?” preguntó Donnelly. “¿Son los mismos empleos y con el mismo salario? Realmente quisiera saberlo lo más pronto posible”.

Hoy podrían darse a conocer respuestas más concretas, cuando Trump y el vicepresidente electo Mike Pence, quien está por terminar su gestión como gobernador de Indiana, habrán de realizar un acto público con ejecutivos de Carrier.

Durante su campaña, Trump amenazó con imponer fuertes sanciones a cualquier compañía que traslade sus operaciones a México. Y desde entonces sus asesores han promovido tasas impositivas más bajas para mantener los empleos en Estados Unidos.

Trump podría tener algo de ventaja debido a que United Technologies, la compañía matriz de Carrier, también es propietaria de Pratt & Whitney, uno de los principales proveedores de motores de aviones caza y que depende en gran parte de los contratos militares de Estados Unidos.

Por medio de un comunicado, Carrier dijo que se salvaron más de mil empleos, aunque esa cifra incluye personal de instalaciones e ingeniería que posiblemente se habrían quedado en Indiana de cualquier forma.

La compañía atribuyó su decisión al gobierno entrante de Trump y a los incentivos financieros que le brindó Indiana, que sería un cambio de curso drástico, dado que las ofertas iniciales por parte del estado no habían podido persuadir a Carrier de no trasladar sus operaciones a México.

“El anuncio de hoy es posible debido a que el próximo gobierno de Trump-Pence ha enfatizado su compromiso de apoyar a la comunidad empresarial y crear un clima para negocios mejorado y más competitivo en Estados Unidos”, indicó la compañía. (AP / SinEmbargo)