domingo, 4 de diciembre de 2016

diciembre 04, 2016
ROMA, Italia, 4 de diciembre de 2016.- Matteo Renzi, primer ministro italiano, ha anunciado que renunciará al cargo este lunes tras fracasar su referéndum constitucional. "Hemos tenido millones de votos pero no son suficientes", agregó, quien afirmó: "me corresponde la responsabilidad de la derrota". Renzi ha anunciado en conferencia de prensa en el Palacio Chigi que el lunes presentará su dimisión oficial al presidente de la República, Sergio Mattarella.

"Esta reforma es la que hemos sometido al voto, no hemos resultado convincentes, lo siento, pero nos vamos. Como era claro desde el principio, mi experiencia de Gobierno finaliza aquí", dijo Renzi, "con un nudo en la garganta", tal y como subrayó. "Quería recortar escaños pero no lo he logrado. La silla que cae es la mía", señaló gráficamente.

Las encuestas a pie de urna dan una clara victoria al 'no' en el referéndum sobre la reforma constitucional en Italia. Los primeros datos indican que el 'no' habría obtenido entre el 58 y el 60% de los votos, mientras que el 'sí' se habría quedado con tan sólo un 40 o un 42% de los sufragios.

Tanto el partido Forza Italia, de Silvio Berlusconi, como el ultraderechista Lega Nord, de Matteo Salvini, ya han solicitado la dimisión del primer ministro, Matteo Renzi, si la estrepitosa derrota del 'sí' se confirma.

De lo que no hay ninguna duda a estas alturas es de la participación en el referéndum, que ha batido todos los récords. El 69,30% de los electores acudieron a las urnas, un porcentaje que nunca antes se había dado en una consulta de este tipo.

"Es una gran señal de democracia y de inteligencia de los italianos", valoró el diputado de Forza Italia Renato Brunetta, en referencia a la gran afluencia de electores. Para después hacer una petición clara, si los resultados se confirman: "Renzi tiene que dimitir, porque ha personalizado la campaña del referéndum", declaró. Y añadió: "Cuándo y cómo, que lo decida él".


En cambio, el líder de la formación de ultraderecha Lega Nord, Matteo Salvini, que fue el primero en comparecer antes los medios de comunicación en cuanto cerraron los colegios electorales a las once de la noche, exigió una dimisión inmediata del primer ministro y la convocatoria de elecciones generales, también sin más preámbulos. "Ni [Mario] Monti, ni [Enrico] Letta, ni Renzi, toca a los italianos", afirmó, en alusión a los dirigentes de los últimos Gobiernos en el país transalpino.

Sin embargo, la convocatoria de comicios generales no sería posible en la actualidad. El Gobierno de Renzi aprobó una nueva ley electoral que sólo es aplicable para la Cámara de Diputados ya que, con la reforma constitucional, el Senado dejaba de ser elegido directamente por los ciudadanos y lo conformarían alcaldes y consejeros regionales. Ahora, si la reforma constitucional finalmente no se aprueba, la nueva ley electoral no resultaría válida y habría que modificarla, cosa que llevaría su tiempo.

Alta participación

La participación en el referéndum sobre la reforma constitucional en Italiaha sido del 69,30%. Se trata de un número elevado y confirma el interés que ha generado la reforma de la Constitución promovida por el primer ministro Matteo Renzi, quien se juega su carrera política en esta votación. Fuentes próximas a la Presidencia han informado de que Matteo Renzi comparecerá ante los medios a medianoche (hora italiana), una hora después de que cierren los colegios electorales, informa France Presse.

Para este referéndum no es necesario una participación mínima por lo que el resultado será vinculante.

Unos 50 millones de italianos han sido llamados a las urnas para votar a favor o en contra del fin del sistema parlamentario hasta ahora en vigor y para reducir los poderes del Senado así como su número de escaños (de 300 a 100).

En ciudades como Florencia (centro), donde Renzi fue alcalde, la participación he llegado a superar el 60%.

La escuela Francesco Petrarca, en el barrio Tuscolano de Roma, era un ir y venir de votantes esta mañana. Hasta apareció una señora arrastrando un carrito con una bombona de oxígeno, muchísimas ancianas cogidas del brazo de algún familiar, e incluso un hombre con un caminador que tardó una eternidad en entrar en el colegio electoral deteniéndose varias veces para descansar.

En los referendos en Italia, no suele votar ni un alma. O son pocos los que acuden a las urnas, porque a menudo se utiliza la abstención como instrumento para boicotear la consulta. En el país de la bota los referendos sólo acostumbran a ser válidos si participa un número mínimo de electores, pero hoy no es así. Sea cual sea la cantidad de votantes que acudan a las urnas, el resultado se aplicará.

Es decir, si gana el 'sí', se llevará a cabo la reforma de la Constitución impulsada por el Gobierno del primer ministro, Matteo Renzi. Y si vence el 'no', todo seguirá igual y Renzi se encontrará entre la espada y la pared: forzado a dimitir, después de haber cacareado a los cuatro vientos que él no continuaría en el cargo si la reforma de la Carta Magna no tira adelante.

"¡Yo siempre he votado!", justificó así Carlo, el hombre del caminador, todos sus esfuerzos para llegar hasta las urnas. Con sus 78 años, afirmó, no había fallado nunca a una sola cita electoral y lógicamente ésta no iba a ser menos. "Yo he votado sí, porque quiero que cambien las cosas", dijo abiertamente. "Pero en Italia siempre decimos que cambiaremos, y nunca ha cambiado nada", comentó con un cierto escepticismo.

Su esposa, Luisa, de 80 años, confirmó que ella también había optado por la papeleta del 'sí' aunque, aclaró, un poco a regañadientes. "Preferiría votar por separado cada uno de los artículos que se quieren reformar en la Constitución, porque hay algunos cambios que no me convencen", justificó. "Pero o lo tomas todo, o lo dejas", reconoció.

El Gobierno pretende modificar ni más ni menos que 47 de los 139 artículos de la Carta Magna que, inicialmente, también fueron aprobados por mayoría en el Senado y la Cámara de Diputados. Ahora, en cambio, todos los partidos de la oposición y una minoría dentro del Partido Demócrata -la formación de centro izquierda a la que pertenece el primer ministro- rechaza la reforma.

Como parece que también ocurrirá con la mayoría de electores. Al menos, a la salida de la escuela Francesco Petrarca, la mayoría de votantes contestaban categóricamente que ellos habían votado 'no'. Orlando Valentino, de 54 años, argumentó largamente su decisión, analizando incluso alguno de los artículos que se pretenden modificar y demostrando que él sí que se había leído la Constitución: la actual y la que se pretende aprobar.

En cambio, muchos otros electores daban respuestas ambiguas. "¡[Matteo] Renzi es peligroso!", justificaron así dos jóvenes su elección de la papeleta del 'no', y que se negaron a dar sus nombres. Otra votante, Emmanuela, de 64 años, declaró: "No me gustan las personas que han metido mano en la Constitución", en clara alusión a los políticos.

Roberto, un muchacho de 37 años, opinó que el Senado y la Cámara de Diputados que aprobaron la modificación de la Carta Magna "no es un Parlamento que representa al pueblo italiano".

De hecho, las encuestas también predicen que ganará el "no". "Yo he votado 'sí', pero no creo que ganemos. Italia es un país con una mentalidad demasiado cerrada", declaró otra electora, Letizia, de 25 años.

Hasta el primer ministro, Matteo Renzi, pareció este domingo perder los papeles. Acudió a votar a la escuela Edmondo De Amicis sin documentación. "No tengo el carné de identidad, pero espero ser reconocido", dijo. (Mónica Bernabé / El Mundo / La Repubblica)