domingo, 4 de diciembre de 2016

diciembre 04, 2016
SANTIAGO DE CUBA, 4 de diciembre de 2016.- La era de Fidel Castro quedó oficialmente sepultada el domingo por la mañana cuando sus cenizas fueron depositadas en una cripta en el cementerio Santa Ifigenia de Santiago de Cuba , el mismo en el que yacen los restos de los líderes de la independencia cubana, José Martí y Carlos Manuel de Céspedes.

Después de nueve días continuos de luto, durante los cuales las cenizas de Castro recorrieron Cuba desde La Habana hasta Santiago de Cuba, todos los actos luctuosos terminaron con la ceremonia en el cementerio. El mensaje simbólico fue que la era del líder revolucionario tuvo su fin en la misma ciudad donde comenzó.

Algunos cubanos pudieron visitar la cripta de Fidel Castro el domingo 4 de diciembre, en el cementerio Santa Ifigenia de Santiago de Cuba. (AL DÍAZ / Miami Herald)

Fue en Santiago de Cuba que el 26 de julio de 1953, Castro y varios de sus seguidores atacaron el cuartel militar de Moncada, iniciando la revolución castrista. Y fue la misma ciudad donde el 4 de diciembre del 2016, después de la salida del sol, las cenizas de Castro fueron depositadas en la cripta del cementerio.

La ceremonia de las cenizas comenzó un poco antes de las 7 a.m. del domingo cuando la caravana fúnebre que transportaba los restos de Castro partió rumbo al cementerio sobre la Avenida Patria de Santiago de Cuba, donde había miles de personas gritando a coro: “¡Yo soy Fidel!, ¡Yo soy Fidel!”

La procesión arribó al cementerio a las 6:50 a.m. donde se realizó una ceremonia familiar en privado después de un viaje de 10 minutos desde la Plaza Antonio Maceo en Santiago de Cuba. La televisión estatal, que había estado transmitiendo todos los eventos del luto desde que Castro murió el 25 de noviembre, no presentó imágenes de la ceremonia del cementerio, sin explicar la razón.

Pero, la agencia de noticias Agence France-Presse, citó a una invitada del gobierno francés, Ségolène Royal; que las cenizas fueron depositadas durante una ceremonia “sobria” y a la que no tuvo acceso la prensa.

Royal, que fue a la ceremonia como una de las representantes oficiales de Francia, describió el evento para la agencia de noticias francesa. “No hubo discurso, fue muy sobrio, sólo las cenizas fueron enterradas ante la familia, miembros del gobierno y funcionarios”, dijo a AFP Royal, ministra de Ecología de Francia.

A diferencia del gran mausoleo donde están los restos de Martí, la cripta de Castro es una estructura simple que se asemeja a una roca gigante. Sus cenizas fueron deslizadas dentro de un nicho en la estructura. Al final de la ceremonia, los obreros sellaron la apertura con una lápida de unos cuatro metros y medio y una placa que dice simplemente Fidel.

El público pudo brevemente entrar al cementerio de Santa Ifigenia después de la ceremonia privada.

Los restos permanecerán junto a un memorial a soldados rebeldes muertos en el ataque a Moncada, ubicado frente al mausoleo de Martí.

Una docena de soldados resguardaban el sitio, según reportó Associated Press.

Miles que se mantuvieron en vigilia durante la noche se abalanzaron a las calles para ver el paso de las cenizas de Castro por última vez cuando los primeros rayos del sol saliente el domingo tornaron las nubes en el cielo color de rosa.

“He estado aquí desde ayer por la mañana”, dijo Ernesto Echevarria, de 44 años, que trabaja en la Universidad de Oriente. “Me fui a tomar un café y ahora estoy de vuelta para ver el cortejo fúnebre, dormí poco”.

Echevarria, que lucía un brazalete del 26 de julio, fecha del ataque al Moncada, hecho por estudiantes de la universidad, dijo que decidió mantener la vigilia debido a un “sentimiento de compromiso, ‘¿Cómo puedo faltar un día como este?’,”.

El último adiós multitudinario a Castro empezó realmente la noche del sábado en la Plaza Antonio Maceo de Santiago de Cuba, donde pronunció un discurso su hermano menor y actual gobernante de Cuba, Raúl Castro.

“Ante los restos de Fidel”, dijo Raúl. “Juramos defender la Patria y el socialismo. Juntos reafirmemos todos la sentencia del Titán de Bronce: quien intente apoderarse de Cuba, recogerá el polvo de su tierra anegado en sangre, si no perece en la contienda”. (Alfonso Chardy / Miami Herald)