domingo, 4 de diciembre de 2016

diciembre 04, 2016
AUSTRIA, Viena, 4 de diciembre de 2016.- El ecologista Alexander Van der Bellen ha vencido hoy en la repetición de las elecciones presidenciales de Austria al ultranacionalista Norbert Hofer, indica un primer sondeo de la televisión pública ORF.

Según este mismo sondeo, el ecologista recibió un 53,6 % de los votos, frente al 46,4 % del ultranacionalista, realizado el escrutinio del 58 % de los votos.

Ganó el ecologista Alexander Van der Bellen,. (ansa)

La encuesta tiene un margen de error de un 1,2%, por lo que la derrota de Hofer es bastante probable.

Los seguidores de Van der Bellen reaccionaron con júbilo a las primeras informaciones.

Se trata de una repetición de las elecciones realizas en mayo pasado y que el FPÖ impugnó al considerar que el recuento se llevó a cabo sin la suficiente supervisión. Entonces Van der Bellen se impuso por poco más de 31.000 votos, con un 50,3%. 

Alexander Van der Bellen es el antídoto al populismo de ultraderecha que representa su rival, Norbert Hofer, a quien ganó en las elecciones celebradas el pasado mayo por 31.000 votos. No llegó a saborear el cargo. Las elecciones fueron anuladas por errores de procedimiento en el escrutinio.

Profesor de Economía ya jubilado, Van der Bellen, de 72 años, llegó a la política desde la socialdemocracia y ya cuando era cuarentón. En 1984 cambió de filas atraído por el activismo de la izquierda y de los ecologistas contra construcción de una central hidroeléctrica en la ribera del Danubio, movilizaciones que tuvieron en la época un gran impacto en Austria. Diez años más tarde, en 1994, obtuvo su primer escaño de diputado por Los Verdes, partido que llegó a dirigir y sacar de una profunda crisis y divisiones internas. Luego dejó el partido y para dedicarse a la Universidad.

Casado en segundas nupcias y padre de dos hijos, Van der Bellen es mal comunicador. No conecta con las clases más desfavorecidas, con pocos estudios, más desencantadas y mas dispuestas a comprar ideas populistas. Su lenguaje corporal es tenso y su oratoria, pesada y pausada, casi metafísica. El avance de la ultraderecha, apuntalado con la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, le ha hecho comprender, sin embargo, que tan importante es el mensaje como el mensajero. Ha hecho esfuerzos por ser más cercano y más patriota.

Pero a diferencia de su jovial contrincante, Van der Bellen no se pasea en bicicleta, no tiene afición por el deporte y fuma como un carretero. Y a diferencia también de su rival, no es austriaco de pedigrí. Sus padres, ella estonia y él ruso, llegaron Austria huyendo de la revolución bolchevique. La familia se instaló en la región de Tirol, donde Van der Bellen nació y vivió hasta los 33 años. Luego se trasladó a Viena, donde inició una carrera universitaria que le llevó al puesto de decano de la Facultad de Ciencias Económicas. (EFE / El Mundo)