viernes, 25 de noviembre de 2016

noviembre 25, 2016
Pedro Echeverría V.

1. En México, pienso que en todo el mundo, los capitalistas –al ser dueños de los medios de información- tienen la enorme capacidad para tapar o desviar la atención de la gente cuando surge un problema que quieren esconder. Se dice popularmente que no se puede tapar el sol con un dedo, sin embargo basta con que gobierno y/o empresarios den la orden para que los medios –con sus especialistas en manipulación- difundan “grandes noticias” para tapar las que son claves para entender la realidad. Los problemas centrales de México como la extensión de la miseria, el desempleo, la devaluación del peso, el desplome de la producción, el incremento de los asesinatos, de los negocios ilícitos, etcétera, se busca silenciarlos a como dé lugar.

2. ¿Con qué los tapan?: criticando a Trump y lisonjeando a Hillary; repitiendo hasta el cansancio que los gobernadores de Veracruz, Sonora, Quintana Roo, Chihuahua y Puebla fueron los más funestos y tienen orden de aprehensión. Echándoles a ellos (auténticos gánsteres) toda la culpa del desplome económico y la corrupción; repitiendo todo el día lo mismo se busca tapar que México, según la OCDE, ocupa –por países- los últimos lugares en servicios de salud, educación, vivienda, inversiones y, al mismo tiempo, los primeros en delincuencia, corrupción, desigualdad social, narcotráfico, asesinatos. ¿Se podría gritar que como México no hay dos? ¿Y las cuotas millonarias del gobierno a los partidos políticos para qué sirven si no para apoyarlo?

3. Basta con abrir los ojos y pensar: Schmelkes, la principal asesora de la SEP señala hoy: “3.8 millones de menores (de 3 a 17 años) no van a la escuela”. Se dice: En 2015, 35 por ciento de los jóvenes en edad de asistir a las aulas de bachillerato (2.3 millones) no están matriculados, mientras 19 por ciento (1.3 millones) de niños de 3 a 5 años no acuden a prescolar, a lo que se suman 263 mil en edad de cursar la primaria y 439 mil de secundaria. Con un alto grado de marginación: prescolar cerca de 2 millones asisten a planteles en zonas de alta y muy alta marginación; en primaria son 5.7 millones; en secundaria alcanzan 2.5 millones, y en bachillerato son poco más de 1.3 millones. México es el segundo país más desigual de la OCDE, después de Chile. Mientras tanto Peña –para tapar su mal gobierno- externa gratitud perenne al Estado Mayor Presidencia y entrega ascenso a quien lo cuida. (25/XI/16)

El salario mínimo y Fidel Velázquez, el papá de los líderes venales, charros o gobiernistas

1. Fidel Velázquez fue uno –el más importante- de los mafiosos “cinco lobitos” que controlaron desde 1940 hasta 1997 a la CTM, la organización más numerosa y poderosa de obreros de América Latina, con más de tres millones de afiliados. Murió a los 97 años después de reírse y burlarse de los que salíamos a gritar contra él y los gobiernos de México desde los años sesenta. Los otros cuatro libitos: Amilpa, Madariaga, Quintero, Yurén, junto a Velázquez lograron expulsar al fundador de la CTM en 1936, Lombardo Toledano. Desde entonces Velázquez con su enorme fuerza, estuvo literalmente al lado de todos los presidentes desde Ávila Camacho hasta Ernesto Zedillo. Nunca impuso presidentes, pero si se le consultaba y era uno de los anunciadores. Al morir, obviamente todos sus compañeros había muerto o tenían más de 90 años.

2. Al iniciarse los setenta nos integramos a los llamados sindicatos independientes, de manera particular con los electricistas del STERM que dirigía Rafael Galván, además de sindicatos varios como el STEUNAM, camioneros y otros  pequeños. Quien asesoraba sindicatos grandes  de ciudad Sahagún, aéreos, era Ortega Arenas; sin embargo éste siempre estuvo en desacuerdo con lo que él llamaba el “neocharrismo”. En la revista Autogestión de diciembre de 1977 publiqué una larga entrevista que le hice a Ortega. Sin embargo, la realidad, es que Velázquez tenía el total apoyo de los presidentes y determinaba sobre el salario mínimo no sin hacer antes “payasadas” de que declararía una huelga nacional si los empresarios no les otorgaban a los obreros lo que pedían. Eran “payasadas” porque prometía grandes movilizaciones y al final conseguía cualquier cosa.

3. Aunque esto del “salario mínimo” parece estar en la Constitución del 17 como un derecho obrero, la realidad es que pasaron más de 50 años para que comience a instituirse. Para fijarlo se habla de tres representantes: de los empresarios, del gobierno y el obrero (que siempre fue de la CTM) Indiscutiblemente durante décadas o todo el tiempo el gobierno y los líderes traidores se plegaron a los empresarios por ello los salarios siempre estuvieron por debajo de la inflación o la carestía. Si en los dos primeros años ese salario pudo comprar una “canasta básica”, pasado el tiempo ya no tiene capacidad de adquirir ni el diez por ciento de ella. Fidel Velázquez debió morir en 1997 junto al sistema capitalista de explotación y miseria, pero se fue él sólo porque nosotros no tuvimos la fuerza y la capacidad para lograr enterrarlos juntos. (25/XI/16)