viernes, 11 de noviembre de 2016

noviembre 11, 2016
Rafael Ramos Villagrama / ESPN

COLUMBUS, Ohio, 11 de noviembre de 2016.- La maldición quedó conjurada. México hace pedazos la dictadura de Estados Unidos en Columbus. 1-2 es el epitafio ardiente, doliente y doloroso en la frente del anfitrión. El temible y mítico Muro de Jericó sucumbió finalmente.

Impresionante el marco de silencio, de estupor, de asombro, de congestión, entre los 24,650 fanáticos que atiborraron el escenario, cuando taladraron Miguel Layún y Rafael Márquez la portería de Tim Howard.

Un México de extremos. Un primer tiempo de notable sinfonía y un segundo tiempo de afonía absoluta en futbol, que sin embargo se redime con las fanfarrias históricas de la victoria tan negada en Columbus.

La ausencia de Andrés Guardado por lesión, más la incertidumbre por los titubeos y nerviosismos en el cuadro bajo, son un saldo pendiente extra para Juan Carlos Osorio. La noche terminó ensombrecida por cambios que olisquearon a suicidio.

Héctor Moreno deja atrás a Michael Bradley durante el primer tiempo del encuentro entre México y Estados Unidos. (Foto AFP)(Enlace a galería)

Ahora México viajará para enfrentar el martes a Panamá, que coronó su debut con victoria sobre Honduras por 1-0. Encerrona mortal.

Para arranque de la eliminatoria, el saldo de apercibidos no es el mejor: Diego Reyes, Carlos Vela, Miguel Layún y Héctor Herrera, más la roja para Carlos Salcedo.

Promesa...

Nervios, precipitaciones, inconsistencias. Mejor ubicado México, pero siempre con la temblorina del latigazo estadounidense.

El Tri impone el primer silencio, la primera angustia a la tribuna en Columbus. Tecatito, hasta entonces el más participativo, concentrado, atrevido, embiste en diagonal y saca un zapatazo con la joroba envenenada. Estremece el poste izquierdo de Howard y las ansiedades de la afición estadounidense.

Bajo la intensidad, Walter López convoca a la tregua con dos jalones de orejas. Al minuto 15, dos amarillas vaporizan los ánimos, en el iglú efervescente: Diego Reyes y John Brooks, ambos en acciones desesperadas.

En esa igualdad de fuerzas, la esperanza para el Tri se trepa al marcador. Minuto 20. Una zacapela con pelota de por medio entre Giovani y Brooks, deja el balón En tierra de nadie.

Miguel Layún secuestra y enfila en ese espacio abierto por la perplejidad del rival, y su disparo cruzado, entre piernas rivales, sorprende a Howard, en un besuqueo de la pelota a su poste izquierdo. 0-1. El maleficio del 2-0 queda conjurado.

Desconcertado, atribulado, EEUU no logra desatarantarse del 0-1, y Carlos Vela se queda cerca del segundo, pero su disparo se encapricha dos centímetros arriba de la hazaña, para ponerle escalofríos al espinazo estadounidense en el larguero.

Amparado en el 0-1, México recupera el control. El peso de Rafa Márquez es determinante, mientras Tecatito Corona sigue siendo el jugador de mayor movilidad y jaquecas para EEUU.

Walter López comienza a acobardarse. Andrés Guardado carga con la lesión y Jermaine Jones sigue impune en todos sentidos. Carlos Salcedo debe entrar al relevo. El equipo mexicano no se descompone, con Márquez delante de los centrales, haciendo más sólidas las coberturas.

Estados Unidos pierde a Howard, aunque la clemencia del silbante le permite seguir con once en la cancha, no sólo por la displicencia a Jones, sino también a Chandler a quien apenas le inquieta con una amarilla.

Suicidio genético...

Intenso y desesperado. Una mezcla peligrosa, suicida, pero rabiosa y atentatoria. El primer soponcio de México, nace en sus filas, con descuido de Hugo Ayala y una espantosa salida de Talavera. Luces ámbar.

Y el asalto llega enseguida. Héctor Herrera, sí, sí estaba en la cancha, pierde el balón en la salida con Altidore, descolgada y Woods siembra a Moreno, a Salcedo y a Layún, para fusilar a un indeciso Talavera, mientras Ayala seguía en el limbo dentro de la cancha. 1-1. Minuto 40.

El Mapfre Stadium resucita y regurgita. Música, alaridos, pólvora, estremecimientos. Con menos de los esperado, EEUU empezaba a conseguir más de lo merecido.

En el desorden, México logra acercarse al área. Walter López se come una mano de Omar González tendido en el césped, pero después enmarca en amarillo un clavado obsceno de Herrera, en momentos álgidos, de esa escabrosa y deliciosa angustia de una batalla cruenta de adrenalina.

Osorio apuesta por el Chucky Lozano por Vela, y responde de inmediato Klinsmann con el ingreso de Yedlin. No quiere un asalto de galgos al ataque.

Pero Lozano genera de inmediato. A fondo, por derecha, y entrega a los terrenos de privilegio de Chicharito, quien en Europa siempre anticipa, caza y fusila. Pero esta vez, es anticipado, cazado y anulado por González, en la mejor oportunidad de México.

Bajo el acoso estadounidense, aparece la oportunidad inesperada. México que temía el juego aéreo, termina asesinando con un tiro de esquina. Layún en corto, y el anticipo de Rafa Márquez, reclinándose para peinar el balón y colgar sobre Guzan, el veredicto de proeza, para embalsamar el espectro misterioso del 2-0.

Después Salcedo se llevaría la roja, y una connato de bronca, en el que México no muerde el apetitoso anzuelo.

La sensación final es intocable: el México de esta noche de viernes en le derruido Columbus, podrá suscribirse al Mundial de Rusia sin angustias.


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Arbitraje evita mayor ventaja

El árbitro guatemalteco, Walter López, no señaló un penal claro a favor de México, consideró el exsiblante y analista de ESPN Felipe Ramos Rizo.

De acuerdo con el árbitro mundialista, “después de 58 minutos en los que Walter López había dirigido de forma correcta se le escapa un penal sobre Herrera muy claro”.

El experimentado colegiado consideró que “tal vez la simulación que hace Herrera o intento de simulación después del contacto hacen que lo amoneste”.

Ramos Rizo expresó que “siempre los errores dentro del área echan a perder el trabajo arbitral y hace que el árbitro lo amoneste, se equivoca y no sanciona un penal a favor de México”.

En la segunda fecha a realizarse el próximo martes, Costa Rica recibirá a Estados Unidos, y Trinidad y Tobago visitará a Honduras.