jueves, 24 de noviembre de 2016

noviembre 24, 2016
BOGOTÁ, Colombia, 24 de noviembre de 2016.- Este jueves, con más de 800 invitados, Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño, alias Timochenko, pusieron por segunda vez su firma al nuevo acuerdo de paz que se construyó tras la negativa de los colombianos en el plebiscito del 2 de octubre.

El balígrafo fue otra vez el protagonista de la firma en el teatro Colón, adonde asistieron los negociadores del Gobierno, las Farc y varios miembros del ámbito político del país.

Durante su intervención, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, abrió su discurso diciendo que los colombianos compartían un amor profundo por el país y que se ha forjado una identidad nacional a lo largo de doscientos años de vida como nación independiente.

“Los colombianos no nos dejamos abatir por la adversidad y reaccionamos con fortaleza, coraje y fraternidad frente a los obstáculos. Somos un pueblo orgulloso de nuestras virtudes, de nuestro empuje y nuestro tesón. Compartimos valores y aspiraciones de progreso y bienestar. La paz y la concordia son parte de esos valores compartidos. Son un anhelo común y un sueño que hemos buscado hacer realidad desde hace años, décadas… siglos”, agregó el mandatario.

El Presidente Santos y Rodrigo Londoño, quien también tuvo un espacio en su discurso para saludar al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. “Aspiramos a que su gobierno siga respaldando este proceso paz mundial”, dijo en su intervención en el teatro Colón.

Entre sus palabras, el Jefe de Estado fue claro en que si el Congreso aprueba la semana entrante el nuevo acuerdo de paz, la implementación de cada uno de los puntos pactados empezará inmediatamente.

"Cuando eso suceda se presentará el día D", explicó el Mandatario. Desde ese momento empezará, cinco días después, el movimiento de las Farc hacia las zonas veredales transitorias. Además, a los 90 días se iniciará la dejación de las armas.

“En 150 días, tan solo 150,  todas las armas de las Farc estarán en manos de Naciones Unidas, y las Farc, como grupo armado, habrá dejado de existir”, continuó Santos.

También a partir del día D, empezará de lleno el desminado en los campos y se iniciará el proceso de implementación de todos los demás elementos del nuevo acuerdo en el Congreso.

En su discurso, Santos también habló sobre el alto costo que dejaron más de 50 años de conflicto armado colombiano:  muertos, desaparecidos, heridos, víctimas y familias que sufrieron con estos enfrentamientos.

El jefe de Estado mencionó que la paz devolvería la esperanza, la fe en el futuro y la posibilidad de “tener un mejor vivir para nosotros y nuestros hijos”, además, recordó que durante los últimos seis años ha estado, incansable, buscando la paz para el país y que “hace dos años, en la elección presidencial, los colombianos reafirmaron su decisión de hacer de la paz una prioridad nacional”.

En sus palabras, el mandatario recordó la firma del primer acuerdo en agosto y la negativa de la mayoría de colombianos de aprobar el documento con el plebiscito.

"Durante más de cuarenta días escuchamos a los colombianos. Escuchamos sus preocupaciones y también sus voces de aliento para perseverar y no perder este impulso, estando ya tan cerca de la meta. Quiero reconocer y agradecer los aportes que hicieron las víctimas, la Iglesia, los jóvenes, los empresarios, los partidos de la coalición para la paz, las Altas Cortes y magistrados, las organizaciones religiosas y sociales, los sindicatos, las comunidades indígenas y afrodescendientes, los militares retirados, los movimientos de mujeres, el propio Centro Democrático y tantos otros sectores con los que hablamos, unos que votaron 'Sí' y otros que votaron 'No'", dijo Santos en medio de aplausos.

El Jefe de Estado dijo, emocionado, que este jueves se firmaba un nuevo acuerdo que estaba mejorado y ajustado. "Con este acuerdo logramos poner fin al conflicto armado con las Farc y sentar las bases para la construcción de una paz estable y duradera, más amplia y más profunda. Logramos, con la justicia transicional, ajustada y articulada con nuestras instituciones y con el derecho internacional, que las víctimas puedan hacer valer sus derechos a la verdad, a la reparación, a la justicia y a la no repetición... tendremos garantías más claras para quienes hagan oposición. Les daremos representación en el congreso a las comunidades de las regiones más afectadas por el conflicto", agregó.

El Presidente de Colombia también fue claro en que las Farc llegarían a la política como un partido 'sin armas' y que serán los colombianos quienes, con el voto, apoyen o no su partido. Además, dijo que reconocía que este nuevo acuerdo de paz era mejor que el firmado en Cartagena.

"Quiero invitarlos a que dejemos atrás definitivamente décadas de violencia para unirnos, por nosotros, por Colombia, por esta patria querida, y trabajar juntos por la reconciliación, alrededor de ideales compartidos de paz, de convivencia, y de respeto. Quiero invitarlos a que veamos en este momento un momento de cambio, de transformación que nos permita creer en un mejor mañana, no con la exigencia de lo inalcanzable, sino con la certeza de lo posible", finalizó el Jefe de Estado desde el teatro Colón. (El Tiempo)