viernes, 11 de noviembre de 2016

noviembre 11, 2016
NUEVA YORK, 11 de noviembre de 2016.- Muchos usuarios han mostrado en redes sociales como tiraban sus tenis New Balance a la basura o incluso subían vídeos quemándolos. Esto se debe a que los New Balance se han convertido en las últimas horas en un símbolo de apoyo a Donald Trump y de las pocas empresas americanas que han recibido con los brazos abiertos el cambio de gobierno.

Todo empezó cuando una periodista del The Wall Street Journal, Sara Germano, compartió en Twitter la reacción de las compañías con respecto al resultado electoral, entre ellos el de New Balance, que comentó que "la Administración Obama nos hizo oídos sordos y, francamente, con el presidente electo Trump creemos que las cosas van a avanzar en la dirección correcta".

Esta afirmación en apoyo al republicano provocó automáticamente protestas entre muchos usuarios en las redes sociales, que no dudaron en quemar y tirar a la basura sus zapatillas, al tiempo que avisaban a la compañía de la gran pérdida de ventas que podía suponer el comentario.

Usuarios de redes sociales están haciendo pública su ígnea protesta por el apoyo de la marca a Trump.

New Balance, a diferencia de otras marcas estadounidenses ha apostado por la fabricación de sus zapatillas en territorio norteamericano, uno de los pilares del programa político de Donald Trump, que considera que esta medida puede volver a impulsar la economía del país.

No en vano, horas después de que se haya generado todo este revuelo en torno a la marca, New Balance ha matizado sus palabras asegurando que la declaración hacía referencia únicamente a su postura sobre no aprobar el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP).

«Como la única compañía importante que todavía fabrica calzado deportivo en los Estados Unidos, New Balance tiene una perspectiva única en el comercio en la que queremos hacer más zapatos en EEUU, no menos. New Balance hizo público el apoyo a la postura comercial de Hillary Clinton, Bernie Sanders y Donald Trump de priorizar el foco en la creación de empleo gracias a la fabricación en EEUU y continuamos soportándolo hoy día. Creemos en la comunidad».

El resultado de las elecciones en EE.UU. han dejado un clima de crispación nada habitual en un país que suele cerrar filas con el nuevo presidente, aunque solo sea por lealtad y patriotismo constitucional. Pero con Trump todo suele ser diferente, peculiar y dificultoso. Después de que se haya convertido en el nuevo presidente de EEUU se han sucedido las protestas en diferentes capitales del país y las redes sociales, Twitter a la cabeza, han popularizado otra forma de que los votantes demócratas manifiesten su rechazo. (ABC)