lunes, 21 de noviembre de 2016

noviembre 21, 2016
CANTAMAYEC, Yucatán, 21 de noviembre de 2016.- Con esfuerzo y ganas de salir adelante un grupo de nueve mujeres de Nenelá ven crecer su granja de aves, de la cual obtienen el alimento para sus hogares y también ingresos con la venta de los pavos y pollos que mejoran su economía.

Margarita Bacab, María Cauich, Fernanda Cox, Estela Sulub, Wilma Cat, Yolanda Cauich, María Esther Cauich, Blanca estela Cox y Magdalena Cat iniciaron el proyecto en 2014 con un recurso por 150 mil pesos que se consolidó este año con un segundo apoyo de 120 mil pesos del Programa para el Mejoramiento de la Producción y la Productividad Indígena (PROIN).

Al inaugurar la segunda etapa del espacio de engorda de aves denominado “Lol Beh de Nenelá”, el titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Mauricio Sahuí Rivero, subrayó que la productividad y empleabilidad son una prioridad para el desarrollo de las familias yucatecas.

Mauricio Sahuí Rivero, titular de Sedesol, con las productoras de Lol Beh.

“Cuando vemos a mujeres emprendedoras que sacan adelante estos proyectos y a la par son madres de familia nos permite ver que Yucatán cuenta con gente productiva que tiene el ímpetu de prosperar  y eso es lo que buscamos con estos esquemas que puedan mejorar su calidad de vida”, puntualizó.

El funcionario estatal indicó que estas historias de éxito son posibles gracias a la unión de esfuerzos entre el Gobierno federal y estatal, por lo que se seguirá trabajando en este tenor para que más mujeres tengan la posibilidad de sumarse a las actividades productivas del estado.

“Con este trabajo en conjunto con el Gobierno del Estado a través de la Sedesol y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) este año se impulsarán 44 proyectos pertenecientes a grupos de comunidades indígenas de 25 municipios y esto nos llena de mucha satisfacción”, enfatizó.

La presidenta del grupo de trabajo, Margarita Bacab Abán, indicó que tiene cuatro hijos, Jesús Alfredo, Rafael Alberto, Delmy y Yanelli, los cuales ahora tienen una oportunidad para vivir mejor.

“Actualmente tenemos unos 200 pavos y pollos y ya estamos vendiendo, lo que nos pone muy felices porque nuestros hijos pueden crecer mejor, antes solo podía apoyar a mi marido que trabajaba en la milpa con mi bordado, pero ahora es diferente, estoy muy agradecida por todo lo que está sucediendo”, expresó.