lunes, 14 de noviembre de 2016

noviembre 14, 2016
XALAPA, Veracruz, 14 de noviembre.- El sacerdote de la iglesia de Los Doce Apóstoles en Catemaco, José Luis Sánchez Ruiz, quien fue privado de su libertad de manera ilegal el día viernes y apareció con vida el domingo, pidió a la Diócesis de San Andrés Tuxtla permanecer en el anonimato, sin regresar a sus actividades religiosas porque teme por su vida y la de su familia.

En conferencia de prensa, el sacerdote y vocero de la Diócesis de San Andrés Tuxtla, Aarón Reyes Natividad, explicó que Sánchez Ruiz sufrió daño psicológico, síntomas que presentan todas las personas que han sufrido "la sustracción ilegal".

Las recomendaciones médicas, explicó el presbítero es que Sánchez Ruiz no sea expuesto a "presión psicológica, ni a que regrese a su pasado doloroso" por lo que la Diócesis lo resguarda a fin de velar por su vida.

El vocero de la Diócesis de San Andrés Tuxtla, Aarón Reyes, dio gracias al pueblo de Catemaco por lograr la liberación del párroco. (Reforma)

Reyes Natividad explicó que no solicitaron la seguridad por parte de las autoridades para Sánchez Ruiz, porque él prefiere estar en el anonimato.

"Por seguridad y por lo que él ha pedido, es preferible dejarlo como está, en anonimato su dirección y en servicios médicos de urgencia" informó.

A la Fiscalía General del Estado (FGE) se le notificó que el sacerdote con edad de 54 años ya apareció el dia domingo, con visibles golpes de tortura, por lo que exigen continúen con las investigaciones de la denuncia interpuesta.

"Él dice: Temo por mi vida y temo por mi familia, por favor no me expongan" refirió el vocero, quien anunció se hará cargo durante una semana de la iglesia Los Doce Apóstoles.

No ha declarado

De acuerdo con fuentes de la Fiscalía General del Estado, el sacerdote no se ha presentado a declarar ante el Ministerio Público sobre las condiciones de su desaparición y del estado en que apareció.

Tras su desaparición decenas de habitantes del municipio de Catemaco bloquearon carreteras, tomaron y quemaron una parte del Palacio Municipal y una patrulla de la policía local.

Los inconformes además destrozaron y saquearon la casa del alcalde, Jorge González Azamar, quien reclamó al gobernador interino, Flavino Ríos, la falta de intervención estatal.

Según testigos, el cura y activista social fue sacado de su domicilio, por hombres vestidos de policías. (Reforma / xeu)