viernes, 11 de noviembre de 2016

noviembre 11, 2016
Pedro Echeverría V.

1. Si los estudiantes y profesores del Politécnico (IPN) no logran conquistar todas sus demandas, entre las más importantes, la reinstalación y pago de salarios caídos de los profesores o trabajadores cesados por luchar junta a ellos, pronto caerá sobre sus cabezas las acusaciones de traición por venderse por “un plato de lentejas”. Nunca hay que dejar “colgados de la brocha” a nadie, mucho menos a los que se solidarizaron con nosotros en todo momento. Porque una cosa es que nos hayan derrotado a pesar de poner todo en la lucha y otra es que la abandonemos por traición.

Que no decaiga la conciencia  y el ánimo de los estudiantes del Poli que luchan contra sus funestas autoridades y mal gobierno.

2. A los estudiantes del 2 de octubre de 1968 y a los del 10 de junio de 1971 los asesinaron por los militares y paramilitares por instrucciones del gobierno y sólo así fueron derrotados; pero los estudiantes del 132 –que muy bien iba- aún no se aclara la causa de su desaparición. Han surgido algunas reflexiones: diferencias ideológicas entre estudiantes de escuelas privadas y públicas; presiones de políticos y empresarios; posiciones electoralistas y de lucha social, etcétera. Pero las batallas de los politécnicos que llevan más de dos años aún no sabemos acerca de las causas de sus vaivenes.

3. Casi todas las luchas de los trabajadores, de los profesores, de los estudiantes, han sido derrotadas por la clase gobernante y empresarial, aunque casi todas han sido heroicas. Aún no alcanzamos el nivel de fuerza para darle al empresariado y a los políticos fuertes patadas por el trasero para mandarlos a la cárcel y obligarlos a devolver lo robado; pero en nuestras luchas tenemos que asegurar –por lo menos- que nadie quede desempleado, encarcelado o que sea asesinado. Por ello los maestros de la CNTE regresarán a las calles para conquistar lo que les ha sido negado o arrebatado. (11/XI/16)