jueves, 17 de noviembre de 2016

noviembre 17, 2016
MIAMI, Florida, 17 de noviembre de 2016.- Un médico de Miami y su ex esposa, quienes controlan un grupo de clínicas de cirugía cosmética del sur de la Florida vinculado con repetidas muertes y pacientes lesionados, deberán devolver más de $200,000 en depósitos a los clientes como parte de un acuerdo con la procuradora general de la Florida, Pam Bondi, cuyo despacho accedió a poner fin a una investigación en las instalaciones si ambos aceptaban los términos del acuerdo.

El médico, Ismael Labrador, y Aimee de la Rosa, su ex esposa, firmaron el acuerdo en octubre, con la promesa de que su red de por lo menos cinco clínicas en los condados Miami-Dade y Broward cumplirá las leyes estatales de protección al consumidor, asegurará que sus empleados tengan las licencias necesarias y han recibido la capacitación debida, y pagan a los clientes a quienes no les habían reembolsado sus depósitos.

Entre las clínicas propiedad y administradas por Labrador y de la Rosa están Vanity Cosmetic Surgery in Miami, y Encore Plastic Surgery en Hialeah. Entre otras clínicas en su red, según el acuerdo alcanzado con el estado, están, Broward Cosmetic Surgery en Plantation, y Cosmetics Miami en Hialeah.

Hoy, Linda Pérez, de 21 años ha recuperado algunas facultades del trágico procedimiento de aumentos de senos del 2013. Ganó peso, puede decir algunas palabras y pararse sola por pocos segundos. Sin embargo, los médicos pronostican que no podrá recuperarse.

Fachada de la clínica Vanity Cosmetic Surgery en la Calle 8 y la Avenida 85 del SW. (Héctor Gabino / El Nuevo Herald)

Aunque en el acuerdo Labrador y de la Rosa no admitieron haber hecho nada indebido, el Better Business Bureau (BBB) has registrado al menos 127 quejas contra Vanity en los últimos tres años, en su mayoría consumidores a quienes nunca les reembolsaron sus depósitos, muchas veces después que los clientes cambiaron de opinión y no se sometieron a los procedimientos que tenían planeados.

Después de revisar las quejas presentadas ante la procuradora general de la Florida y el BBB, Labrador y de la Rosa accedieron a pagar $174,875 como restitución a los clientes, y $27,844 adicionales al estado por todos los clientes restantes a quienes se les debe una devolución, según el acuerdo.

Una cantidad adicional de $10,000 se separó para satisfacer futuras demandas de los consumidores, y las clínicas también aceptaron adoptar nuevas políticas y reglamentos para devolver los depósitos a los clientes, prometiendo que lo harían dentro de los 21 días siguientes a las solicitudes.

En septiembre, antes de firmar el acuerdo, Labrador y de la Rosa presentaron avisos de disolución de las clínicas ante la División de Corporaciones de la Florida, según archivos públicos. Yelina Angulo, abogada de Miami que representa a Labrador y a de la Rosa en sus negociaciones con Bondi, no respondió a varias llamadas para conocer sus comentarios.

Sin embargo, Giannina Sopo, portavoz de Vanity, dijo en una declaración por escrito que las clínicas “modificaron su nombre” y ahora son Eres Plastic Surgery, que se registró ante el estado en agosto.

“Al igual que muchos de nuestros pacientes, también nosotros estamos iniciando un nuevo capítulo en nuestras vidas con nuestras modificaciones”, dijo Sopo en la declaración.

Sopo agregó que los médicos y las enfermeras de las clínicas seguirán de cerca a los pacientes antes y después de las operaciones como una medida de seguridad.

Aunque el acuerdo con la Procuraduría General de la Florida fue en lo fundamental sobre los depósitos de los clientes, las clínicas de Labrador y de la Rosa también han sido investigadas por el Departamento de Salud de la Florida y por la Policía de Miami-Dade en el pasado debido a presuntos casos de negligencia médica y emplear a personal sin las licencias debidas.

La red clínicas atrae a pacientes, mujeres en su mayoría y muchas de otras regiones, con la promesa de operaciones baratas de cirugía plástica. Los resultados, sin embargo, han sido desastrosos, y ha habido al menos tres muertes desde el 2014 —entre ellas dos este año— y numerosos pacientes que han tenido que ser llevados de emergencia a hospitales con lesiones serias e infecciones graves.

En septiembre, una mujer de 32 años y de Doral falleció tras una liposucción en Vanity. En mayo, una mujer de 29 años y de Virginia Occidental sufrió complicaciones fatales después de una operación en los glúteos en Encore. Otra paciente, una mujer de 51 años y vecina de Miami, murió de una embolia pulmonar luego de un procedimiento similar en Vanity en 2014.

Aunque ninguno de los cirujanos que operaron a las mujeres han sido encausados por las muertes de las pacientes, el Departamento de Salud de la Florida acusó a un médico de negligencia médica, el Dr. Osakatukei “Osak” Omulepu. El doctor había sido contratado para trabajar en Vanity, Encore y en otra clínica no afiliada llamada Spectrum Aesthetics de Miami.

Omulepu, que les prometía a sus pacientes salir de la clínica con estómagos lisos y curvilíneas espaldas, presuntamente dañó a cuatro pacientes en un espacio de sólo cuatro días en mayo del 2015 cuando realizaba procedimientos de liposucción y de “levantamiento brasileño de nalgas”, según una queja administrativa.

En febrero el Departamento de Salud le agregó una restricción de emergencia a la licencia de Omulepu, donde señalaba que el médico podía ser un “grave e inmediato peligro” para la salud pública si se le permitía continuar realizando operaciones de liposucción y de levantamiento del trasero.

Omulepu, que no tiene un seguro que lo proteja de cualquier negligencia médica que pueda cometer, recuperó sus privilegios en septiembre después que el Primer Distrito de la Corte de Apelaciones de la Florida determinó que los funcionarios del Departamento de Salud no presentaron suficientes evidencias de que, si continúa trabajando, el médico podría seguir dañando a sus pacientes.

En su decisión, la corte observó que la restricción de emergencia a la licencia de Omulepu se emitió más de nueve meses después de la supuesta negligencia médica, y que “el Dr. Omulepu no tiene antecedentes como médico que puedan indicar que ha cometido o tiene probabilidades de cometer los mismos errores otra vez”.

Nyosha Fowler, una de las pacientes de Omulepu, testificó en una corte del Condado Broward y dijo que todavía no ha podido volver a usar su pie izquierdo después que presuntamente el doctor Omulepu le inyectó grasa en el nervio ciático y le perforó repetidamente el intestino delgado durante un procedimiento de liposucción y “levantamiento brasileño de nalgas” en mayo del 2015 que se realizó en Spectrum Aesthetics. Fowler pasó 28 días en coma en el Hospital Baptist tras la cirugía.

Fuera del tribunal, Fowler dijo: “Me siento abrumada por toda la emoción… no he podido regresar a trabajar. No tengo ninguna fuente de ingreso. Tengo que ver que esta pesadilla se acabe. Necesito que se termine de una vez”. (Daniel Chang / El Nuevo Herald)