jueves, 17 de noviembre de 2016

noviembre 17, 2016
MÉRIDA, Yucatán, 17 de noviembre de 2016.- Xitlaly Zapata Morales se ha destacado por sus buenos resultados académicos pese a su desfavorable situación económica, es por ello que, reconociendo su esfuerzo, el Gobierno del Estado la apoyó con una laptop que la ayudará en su carrera de programación de sistemas computacionales.

Estudiante del tercer semestre de la carrera de Técnico en Programación en el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (Cbtis) 193 del municipio de Tekax, la joven se convirtió esta semana  en la beneficiaria número 50 mil en recibir una computadora del programa Bienestar Digital, que impulsa el titular del Ejecutivo, Rolando Zapata Bello, para respaldar a este sector de la población.

Xitlaly Zapata Morales es el caso 50,000 en que una computadora ayuda a consolidar los buenos resultados académicos. Con ella, su madre, la Dra. Mayra Morales Uscanga.

Aunque hasta ahora, el solo tener a su madre Mayra Morales Uscanga como única fuente de provisión al hogar no ha sido impedimento para que tanto ella como su hermana Cinthya, continúen con su educación, la situación sí les ha impuesto algunas limitantes, las cuales han podido librar con ese deseo y espíritu férreo de superación que tienen.

Uno de los principales retos que la estudiante enfrentaba era la adquisición de una computadora personal para poder realizar sus tareas.  No obstante, la joven entiende muy bien el compromiso que tiene con su familia y con ella misma de seguir adelante en sus estudios y ha obedecido a su pasión por la programación.

“Sabía que iba a ser difícil porque para eso a fuerzas necesito una computadora, pero dije pues es lo que me gusta así que tengo que luchar por ello”, expresa al tiempo de comentar que desertar no era una opción y que tuvo compañeros que sí se cambiaron de área o renunciaron a sus estudios por falta de un equipo.

Nunca se sintió especialmente aislada de quienes sí cuentan con los recursos para una máquina, pero recuerda la impotencia que sentía al ver a algunos desaprovechar las oportunidades con las que contaban, descuidando sus deberes y faltando en sus tareas.

“Era frustrante, porque yo tenía que ir al ciber o quedarme hasta tarde en la sala de cómputo y a veces no alcanzaba a terminar, tenía que hacer las cosas más rápido”, rememora. A pesar de las dificultades y el trabajo extra que esto le supone, Xitlaly ha logrado destacarse como una de las mejores estudiantes e incluso ha representado a su escuela en diversos concursos de ciencia y programación.

Una vez, para una competencia nacional, sólo tenía un fin de semana para programar y eran muchos códigos y me desesperé porque no tenía cómo hacerlos. La sala de cómputo cierra al mediodía en fin de semana y en el ciber no tienen los programas y no te dejan bajarlos tampoco. Al final los descargué pero sí fue muy estresante, cuenta la chica.

Aparte de estar supeditada a los horarios, tanto de cibercafés como de su escuela, sus únicos accesos a computadoras, se encontraba la limitación económica. A la semana invertía en promedio 100 pesos en gastos de Internet, muchas veces para tareas que ni siquiera requerían de conexión sino meramente de la máquina.

Mientras la abraza y sonríe al verla con su nueva laptop, Mayra, quien es médico particular, externa la impotencia que sentía al no poder comprar esta herramienta para Xitlaly, su segunda mala experiencia pues su hija mayor cursó también en el Cbtis la carrera de Informática y  terminó los tres años sin adquirir un equipo propio.

“Ella y su hermana se pusieron a vender cositas, accesorios para juntar dinero y comparar su lap, pero pues hasta ahora no se ha dado, nuestra situación no lo permite. La verdad estoy muy contenta de que le hayan dado su computadora, se la merece, yo veo el esfuerzo que hace y cómo trabaja en la escuela, la necesita y estoy muy feliz de que ya la tiene”, manifiesta la madre de familia.

Aunque no contaba con su propia computadora, el gusto por la programación le llegó a Xitlaly por Cinthya, quien cursó una carrera afín en la misma escuela en la que ahora ella estudia. Como ella, a la fecha son ya 50 mil los jóvenes beneficiados por el programa Bienestar Digital, 50 mil historias de esfuerzo y actitud que continúan con el respaldo del Gobierno del Estado.