martes, 29 de noviembre de 2016

noviembre 29, 2016
BARCELONA, 29 de noviembre de 2016.- Un avión de la compañía Lamia se ha estrellado esta noche en Colombia. El aparato procedente de Bolivia sufrió una “emergencia” cuando se aproximaba al aeropuerto José María Córdoba (Medellín). En la aeronave viajaban 72 pasajeros y nueve tripulantes, de los cuales sólo seis han sobrevivido al accidente.

La cuenta de Twitter del propio aeropuerto fue la encargada de confirmar que dentro de ese avión, de la empresa boliviana LaMia, iba el equipo de fútbol brasileño Chapecoense, de primer división. Se desplazaba para jugar la ida de final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional este miércoles. La tripulación de la aeronave estaba formada por nueve personas y su especialidad eran “los vuelos chárter con equipos de fútbol sudamericanos y con los de Bolivia”, ha explicado el jefe del aeropuerto Viru Viru, Adid Cabrera.

Servicios de rescaten transporten un cuerpo del accidente de avión. (AFP)

Tras unos momentos de confusión en Colombia sobre la existencia o no de supervivientes, la policía nacional desplazada en el lugar del siniestro reportaron que se habían encontrado a siete personas con vida, aunque dos de ellas habría muerto en el hospital. Según las autoridades, en total habrían fallecido a consecuencia del accidente de avión un total de 76 personas.

Seis supervivientes

La prensa colombiana asegura que el futbolista Alan Luciano Rusel se encuentra en la lista de supervivientes . El lateral izquierdo de 27 años fue el primer herido en llegar al hospital para ser atendido. El portero Jakson Follmann (24) también está entre los sobrevivientes, junto a la asistenta de vuelo boliviana Ximena Suárez, el técnico de la aeronave Edwin Tumiri y el periodista brasileño Rafael Henzel. A medida que avanzaban las horas, la Cruz Roja pudo encontrar con vida entre los restos del avión a Hélio Zampier Neto, defensa de 31 años. Mientras que el otro portero, Danilo Padilha (31 años), fue uno de los que se pudieron rescatar en un primer momento, pero acabó falleciendo en el hospital.

Caracol Radio ha explicado que el avión no explotó al colisionar contra el suelo, pero el impacto fue tan fuerte que el aparato acabó partido en varios trozos.

La “emergencia”, como definió el aeropuerto lo que ocurrido con el avión, se originó cuando la aeronave volaba por el sector Cerro Gordo del municipio de La Unión, en el Oriente antioqueño. Se desconocen aún los motivos que causaron la tragedia, pero los rumores apuntan a un fallo eléctrico o falta de combustible.

Al parecer las malas condiciones meteorológicas imposibilitaron el desplazamiento por el aire de los equipos de rescate y sólo pudieron acudir al lugar por tierra con vehículos 4x4. Unas 150 personas acudieron al lugar para las tareas de ayuda.

Como viene siendo habitual en este tipo de situaciones, en Colombia se activó el Comité Operativo de Emergencias del Aeropuerto para atender y dar apoyo a todo lo que pueda ocurrir de ahora en adelante con el avión en cuestión y sus pasajeros.

Según informa el diario colombiano ‘El Tiempo’, el Chapecoense cogió el avión accidentado en el aeropuerto internacional Viru Viru de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) donde hacían escala. Allí el club tuvo que cambiar de vuelo por una decisión de la autoridad de la aviación brasileña, que le impedía viajar con la aeronave con la que tenían los pasajes. Los jugadores del Chapecoense, que dirige Caio Júnior, se habían resignado a llegar esta madrugada al hotel y entrenarse solo este martes, en el estadio Atanasio Girardot, sede del partido de ida de la final, el compromiso más importante que había alcanzado el equipo en su historia de 43 años.

Según la Aeronáutica Civil de Colombia (Aerocivil), además de los 22 jugadores, en el avión viajaban 28 dirigentes, miembros del cuerpo técnico e invitados especiales del club brasileño, así como 22 periodistas y los nueve tripulantes.

Sobre las 8.30 hora española el club carioca ha emitido un comunicado en su cuenta de Facebook: “El Chapecoense, a través de su vicepresidente Ivan Tozzo, se reserva el derecho de esperar al anuncio oficial de la autoridad aérea de Colombia para emitir alguna declaración sobre el accidente. Dios esté con nuestros atletas, funcionarios, periodistas y otras personas que están con la delegación”. Minutos más tarde esta cuenta cambió el verde habitual de su logo por el negro en señal de duelo.

El Atlético Nacional, equipo con el que el Chapecoense iba a disputar la final de la Copa Sudamericana este miércoles, ha emitido también un comunicado en el que “lamenta profundamente” el accidente ocurrido y está a la espera de nuevas informaciones de las autoridades.

Por su parte, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) también ha lamentado el accidente a la vez que han anunciado que quedan suspendidas hasta nuevo aviso todas sus actividades como la final de la Copa Sudamericana. Ante la imposibilidad de disputar el partido, ahora se habla de la posibilidad de que se entregue un título honorífico a los dos clubes que llegaron a la final.

Entre los integrantes de la convocatoria del Chapecoense fallecidos se encontraba Cléber Santana , un futbolista de 35 años que jugó tres temporadas en España. En 2007 fichó por el Atlético de Madrid, al año siguiente fue cedido al Mallorca y en su tercer curso en La Liga regresó al equipo colchonero.

Desde que se dio a conocer la noticia del accidente de avión, en Colombia y Brasil las redes sociales se están movilizando para mandar mensajes de apoyo y ánimo a los familiares de las víctimas. La etiqueta más recurrente son #ForçaChapecoense o #TamoJuntoChape y, además, se está viralizando uno de los últimos vídeos que colgó el Chapecoense en su cuenta de Facebook. Se trata de unas imágenes de los jugadores en el aeropuerto de Bolivia antes de adentrarse en el avión.

El club Chapecoense fue fundado en 1973. Representa a la ciudad de Chapecó, un polo industrial importante de Brasil en el estado de Santa Catarina, en el Sur del país, en el que viven aproximadamente 200.000 habitantes. En 2009, estaba en la Serie D del fútbol nacional y, luego de un ascenso meteórico, llegó a primera división en 2014.  (David Juárez / La Vanguardia)