jueves, 24 de noviembre de 2016

noviembre 24, 2016
WASHINGTON D.C., 24 de noviembre de 2016.- Los que aún no se resignan a una presidencia electa del republicano Donald Trump parecen haber encontrado nuevas razones para desafiar los resultados de las elecciones del 8 de noviembre a favor de Hillary Clinton.

Actualmente, existe una coalición de académicos y activistas le están sugiriendo a Hillary Clinton que pida un recuento de votos en los estados más batallados durante las elecciones, bajo sospecha de filtraciones en esos lugares por parte de hackers extranjeros, según un reportaje de New York Magazine.

Expertos señalan que los datos electorales cuestionan la legitimidad de los resultados en condados que usaban máquinas de votación electrónicas, en los que, según estiman, le fue peor a Clinton de manera recurrente en comparación con los lugares que usaban papeletas y lectores ópticos.

Hillary Clinton se tomó una selfie con una admiradora mientras iba de compras para Acción de Gracias en el mercado de Chappaqua, cerca de su casa, el miércoles. (Instagram)

El grupo informó a John Podesta, presidente de la campaña de Clinton, y a Marc Elias, el abogado general de la campaña, que Clinton recibió un 7 por ciento menos de votos en los condados que dependían de máquinas de votación electrónica, que según ellos, podrían haber sido hackeadas.

Específicamente, los reclamos se dan por los resultados en Wisconsin, Michigan y Pennsylvania, los tres estados inesperadamente perdieron los demócratas.

Si los resultados en esos estados favorecieran a la excandidata demócrata, Clinton obtendría 18 votos electorales más que Trump, suficientes para asegurar la presidencia.

Ciberataque improbable

El profesor de ciencias de la computación de la Universidad de Michigan citado en el reporte, Alex Halderman, publicó el miércoles 23 de noviembre en Medium que las máquinas de votación sin conexión a Internet podrían haber sido atacadas a través de tarjetas de memoria que almacenan la información de la boleta electoral.

A lo largo de la campaña hubo advertencias de posibles hackeos al sistema electoral, sobre todo por parte de republicanos, cuyo candidato sugirió en varias ocasiones que la campaña estaba arreglada de antemano.

Aunque los demócratas nunca confirmaron que fueron hackeados, a lo largo de la campaña se publicaron varios emails que supuestamente le pertenecían al jefe de campaña de Clinton. El FBI confirmó que durante la campaña los sistemas de dos estados habían sido penetrados, pero el Departamento de Seguridad Nacional dijo que no tenía evidencia de hackeos el día de las elecciones.

No obstante, y sin ninguna prueba real de hackeo, el científico argumenta que la mejor manera de asegurarse de ello es por medio de un recuento.

“¿Fueron las desviaciones de este año de las encuestas pre-electorales los resultados de un ciberataque? Probablemente no”, asegura Halderman, quien es experto en la seguridad de los sistemas de votación.

“Creo que la explicación más probable es que las encuestas estaban sistemáticamente equivocadas, en lugar de que la elección fue hackeada”, agrega.

La que si piensa pedir un recuento basada en esta información es Jill Stein, la candidata del Partido Verde que obtuvo alrededor de 1 por ciento de los votos a nivel nacional. La campaña de Stein precisa recaudar 2 millones de dólares para pagar los costos del pedido.

Tradicionalmente, los recuentos han sido vistos como un paso extremo que debe ser tomado sólo en casos de que un resultado sea demasiado ajustado, como la competencia entre George W. Bush y Al Gore en el 2000, cuando la diferencia fue de 537 votos.

No todos están aceptando este reporte, los estadistas Nate Silver y Nate Cohn, de FiveThirtyEight y The New York Times, fueron unos de los primeros en criticar el reporte, diciendo que se omitieron factores importantes del análisis, como la raza y el nivel de educación.

Cualquier decisión que tome Clinton, deberá hacerlo pronto. La fecha final para pedir un recuento en Wisconsin es el viernes; Pennsylvania el lunes y Michigan el miércoles. (El Semanario)