lunes, 17 de octubre de 2016

octubre 17, 2016
NUEVA DELHI, India, 17 de octubre.- Ha reducido el presupuesto del Estado, congelado los contratos del gobierno y reducido el sueldo de los funcionarios, medidas de austeridad drásticas mientras el Reino de Arabia Saudita está sacudido por los bajos precios del petróleo.

Pero el año pasado, Mohammed bin Salman, príncipe de la corona de Arabia Saudita, vio un yate que no pudo resistir.

Mientras estaba de vacaciones en el sur de Francia, Salman vio un yate de 440 pies flotando cerca de la costa. Envió a un ayudante para comprar el barco, "The Serene", que era propiedad de Yuri Shefler, un magnate de vodka ruso. El acuerdo se llevó a cabo en cuestión de horas, a un precio de aproximadamente 500 millones de euros, de acuerdo con un asociado de Shefler y un saudí cercano a la familia real. El ruso abandonó el barco el mismo día.


Es la paradoja del desparpajo, de 31 años de edad, Salman es un hombre que está tratando de revertir la tradición, reinventar la economía y consolidar el poder - mientras mantiene su privilegio real. En menos de dos años se ha convertido en el más dinámico aristócrata en la nación más rica del mundo árabe, poniendo las bases de una potencial rivalidad por el trono.

Él tiene una mano en casi todos los elementos de la política de Arabia - desde la guerra en Yemen, que ha costado miles de millones de dólares al reino y generado críticas internacionales por la muerte de civiles, a un empuje a nivel nacional para frenar los hábitos de gasto irreflexivo de Arabia Saudita y de acabar con su "adicción" al petróleo. (Times of India)