sábado, 29 de octubre de 2016

octubre 29, 2016
MADRID, España, 29 de octubre de 2016.- Mariano Rajoy ha sido investido presidente en el Congreso con 170 votos a favor, 111 en contra y 68 abstenciones. Tras fracasar el jueves en su primer intento, en este segundo round ya sólo necesitaba más votos a favor que en contra, lo que ha conseguido gracias al apoyo de Ciudadanos y Coalición Canaria, UPN y Foro, más la abstención de todos los diputados del PSOE excepto 15.

Tras la votación, Mariano Rajoy ha anunciado en los pasillos del Congreso que dará a conocer la composición de su Gobierno el próximo jueves por la tarde. Los ministros jurarán o prometerán su cargo el viernes, 4 de noviembre.

Durante su intervención, Rajoy ha puesto las cartas sobre la mesa sin dobleces para que "nadie se llame a engaño". "No pido un cheque un blanco", ha asegurado en su última intervención antes de someterse a la votación definitiva de investidura, "pero tampoco aceptaré un Gobierno multiusos".

Mariano Rajoy es felicitado por el portavoz del PSOE, Antonio Hernando, tras ser investido hoy presidente del Gobierno. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

El candidato del PP y en breve ya nuevo presidente del Gobierno ha argumentado ante el pleno del Congreso que no basta con sacar adelante la investidura porque "España necesita algo más". En definitiva: "Un Gobierno que esté en condiciones de gobernar. No de ser gobernado, sino de gobernar".

Rajoy ha advertido al PSOE de que es "contradictorio" decir "no nos gusta este Gobierno pero España nos necesita" y a partir de mañana tratar de bloquear todo lo que el Ejecutivo proponga. En su opinión, es imprescindible que todos tomen medidas para que el Gobierno "lo sea de veras".

"Hoy comienza la historia", ha afirmado antes de insistir en que "a todos compete asegurar para España, no sólo el instrumento de Gobierno que precisa, sino su capacidad, que es tanto como decir, su eficacia".

Reclama respaldo a los presupuestos, a los compromisos con Bruselas y a la unidad de España

Debe haber, ha reclamado, "un compromiso de futuro". "No podríamos sobrevivir a un Gobierno que no gobierne porque le faltaran apoyos o le sobraran obstáculos. El precio sería ruinoso".

Rajoy ha asegurado estar dispuesto a "corregir todo lo que merezca corrección; a mejorar todo lo que sea mejorable y a ceder en todo lo que sea razonable", pero no a "llevar las cosas más allá de lo que las circunstancias permiten". A saber: negociar la unidad de España o la igualdad de los españoles; los compromisos con la UE y la estabilidad presupuestaria.

A todo esto ha añadido un límite más que, ha admitido, sólo depende de él: "No estoy dispuesto a derribar lo construido. Se puede mejorar, sin duda, pero no puedo aceptar su demolición. Que nadie espere que yo contribuya a lesionar la recuperación económica y la creación de empleo. No haré ese daño a los españoles".

Ha insistido, por tanto, que accede al Gobierno para "perseverar". "No pido el voto para un gobierno multiusos o carente de orientación. Tengo una tarea a la espalda, unos resultados en la mano y un propósito al frente", ha recalcado.

"Pido madurez", ha finalizado, "y que cuando se dé un paso se acepten las consecuencias de ese paso. A eso se le llama ejercer una oposición responsable". En consecuencia, el candidato ha pedido respaldo para "un Gobierno que no arruine las buenas perspectivas que nos ofrecen los próximos años".

El portavoz del PSOE, Antonio Hernando, ha hablado a continuación y no ha descartado apoyar los Presupuestos de Rajoy, dentro del ejercicio de una oposición "firme", "seria" y "con rigor".

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha advertido a Mariano Rajoy de que "ha sentado las bases para que tarde o temprano", Podemos le gane las elecciones, y le ha acusado de ser "enormemente desleal" con el sistema político y de haber destrozado por dentro al PSOE.

Cuarto intento

Este jueves, en la primera votación, Rajoy no logró el mínimo de 176 votos (mayoría absoluta) para ser investido presidente: cosechó 180 votos en contra (los del PSOE, Unidos Podemos, ERC, PNV, la antigua Convergència -ahora PDECat-, Compromís, Bildu y Nueva Canarias), y 170 a favor, lo que suman el PP, Ciudadanos, CC, UPN y Foro, aliados electorales de los populares en Navarra y Asturias. El mismo resultado que el pasado agosto.

La renuncia al acta de diputado por parte del ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha permitido que Mariano Rajoy sólo necesitase ya diez abstenciones socialistas, y no once, para ser reelegido presidente del Gobierno.

El número total de diputados que han participado en la votación ha sido de 349, y no 350, porque no ha habido margen de tiempo suficiente para que el sustituto de Sánchez cubra los trámites correspondientes para ocupar el escaño.

En concreto, ese asiento le correspondería a la concejala del Ayuntamiento de Madrid Carlota Merchán, que ocupó el puesto número 8 en la lista del PSOE por la circunscripción madrileña en las elecciones del 26 de junio y que debe decidir ahora si accede al Congreso o deja paso al siguiente de la candidatura. De todos modos, nadie ha cubierto hoy la vacante de Sánchez. Al reducirse a 349 los diputados que han votado esta tarde, se rebaja también en una las abstenciones que necesitaba Rajoy para tener más síes que noes.

Votación por llamamiento público
La votación se ha hecho por llamamiento público y los diputados han tenido que retratarse informando desde su escaño de si votan sí, no o abstención a la candidatura del líder del PP. En esta ocasión, este trámite ha levantado más expectación de lo habitual dada la división que existe en el PSOE sobre el sentido del voto de cada uno de sus diputados.

El Comité Federal del PSOE optó por la abstención, si bien varios diputados han roto la disciplina de voto del grupo parlamentario rechazando la investidura de Rajoy.

Rajoy se ha convertido en el presidente que consigue ser elegido con menos votos en contra de la democracia. Hasta ahora este título lo ostentaba el ex presidente socialista Felipe González, quien sólo obtuvo el rechazo de 116 diputados en la legislatura 1982-1986 tras su abrumadora victoria de 1982 y la mayoría absoluta más holgada (207 escaños). Sólo podría mantenerlo si fuera más de una veintena los diputados socialistas que rompieran la disciplina para votar en contra de Rajoy, lo cual parece improbable.

Con los 170 síes, Rajoy ya tiene asegurado que no será el presidente con menos respaldo de la historia reciente, pues ese dudoso honor lo tiene el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que en 2008 logró ser reelegido con sólo 168 votos a favor.

Este debate de investidura es el sexto en el que participa el líder del PP, tres de ellos como primer partido de la oposición (2004 y 2008 frente a José Luis Rodríguez Zapatero y en marzo de este año en el intento fallido de Pedro Sánchez), y tres como aspirante a jefe del Gobierno (2011, donde lo logró gracias a su mayoría absoluta, el pasado agosto, donde no obtuvo la mayoría necesaria para ser investido y el de este miércoles). (Marisa Cruz / El Mundo)