lunes, 10 de octubre de 2016

octubre 10, 2016
MÉRIDA, Yucatán, 10 de octubre.- Un vibrante concierto de cierre del Otoño Cultural se vivió anoche con la imponente Orquesta Típica Yukalpetén (OTY), que acompañó a los yucatecos que hicieron historia en el festival del Gran Premio de la Canción Iberoamericana, mejor conocido como festival OTI.

Con la presencia del secretario de la Cultura y las Artes, Roger Metri Duarte, los artistas Sergio Esquivel, Arianna, María Medina e Imelda Miller, acompañados por el ensamble coral integrado por Cacho Medina, Cony Ancona, María Teresa, Marilú Basulto y Víctor Martínez, llenaron con aplausos el recinto cultural más importante del estado.

Fue una noche de gala, la primera sorpresa sucedió cuando sonaron las notas de la pieza "Noche de cuento mexicano" con la OTY, y el monumental candil estilo francés del teatro encendió sus 140 luces para iluminar al público que asistió a la clausura.


De inmediato sonó el tema de introducción del festival OTI, del arreglista Chucho Ferrer, que desde 1972 a 1990 fue la música de entrada de los certámenes, pero en esta ocasión contó con las aportaciones de Pedro Carlos Herrera, director de la máxima institución de música vernácula en el Sureste.

La primera voz que sonó fue la de Arianna, que salió ataviada de rojo para interpretar "Si me quieres olvidar" de Jonathan Sarzosa y Enrique Okamura, después "Mi soledad" y al dirigirse al público expresó su emoción por estar en su tierra, enseguida entonó "Corazón romántico", pieza de 1988 con la que cerró su participación.

El romanticismo de Sergio Esquivel se sintió cuando interpretó "Un tipo como yo" tema especial para el artista pues lo catapultó como compositor. El público coreó la pieza y rompió en ovaciones.

"Luciana" fue el vals con el que participó en el certamen en 1977. Inspirado en su prima hermana, que para la ocasión tuvo arreglos de cuerdas que le imprimieron una atmósfera de nostalgia y dulzura para concluir con "Nadie se va del todo".

Tocó el turno a María Medina, que con su primera interpretación "Comunicación" causó que el público le brinde una gran cantidad de aplausos, por su calidad interpretativa, el poderoso arreglo de metales que ejecutó la orquesta y las armonías corales.

Recordó las anécdotas en su paso por el festival OTI, al interpretar "Víctima o ladrón" y se despidió de Mérida con la emotiva canción "Compás de espera", que la llevó al triunfo en 1983, ambas melodías fueron escritas por Amparo Rubín.