sábado, 17 de septiembre de 2016

septiembre 17, 2016
BERLÍN, Alemania, 17 de septiembre.- La tranquila, ecologista Noruega declara la guerra a los lobos. Ambientalistas y defensores de los derechos de los animales, tanto  escandinavos como de todo el mundo, hacen llamamientos a "detener la matanza, el plan de exterminio". El Gobierno acaba de decidir permitir que los cazadores autorizados con licencia maten a 47 lobos, es decir, más de dos tercios de la población total de los cánidos salvajes en el país, 68. El Ejecutivo afirma haber tomado esta decisión debido a las protestas de los criadores, que han sufrido graves daños económicos por los lobos que han devorado muchas ovejas en sus rebaños. Los críticos sospechan un favor (tal vez por razones electorales) para muchos cazadores. Y se nota que desde 1911 se les ha dado permiso para matar a muchos lobos.

La violencia contra los animales debe ser evitada a toda costa, principio moral absoluto.

La caza es un deporte popular en Noruega, tanto es así que el año pasado once mil cazadores han solicitado un permiso especial para abatir al menos dieciséis lobos. Lo que significa más de 700 solicitudes de cada una de las licencias para matar lobos. El gobierno ha aumentado el número de lobos legalmente abatibles precisamente a 47. Tenemos que ayudar a los pastores a proteger a sus ovejas y evitar que los lobos sean matados por cazadores furtivos por afició, insiste el Ejecutivo.

Verdes y animalistas dicen: en realidad los daños causados por los lobos a las ovejas son mínimos, declara a The Guardian Nina Jensen, directora de WWF Noruega, y agrega: "Ésta es una masacre, matar al 70 por ciento de los lobos no es digno de una población que se precia de ser un ejemplo de ecologismo ". De acuerdo con los Verdes, si van a ser exterminados de hecho 47 de 68 lobos, la especie no sobrevivirá. Entre otras cosas, de 47 lobos a ser sacrificados de conformidad con la decisión de las autoridades, 24 viven en una reserva natural para ellos. (Andrea Tarquini / Repubblica)