jueves, 22 de septiembre de 2016

septiembre 22, 2016
CARACAS, Venezuela, 22 de septiembre.- El Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) descartó este miércoles que el referendo revocatorio que impulsa la oposición contra el presidente Nicolás Maduro pueda celebrarse este año e indicó que recién tendría lugar en marzo de 2017.

"El evento pudiera efectuarse a mediados de primer trimestre de 2017", señaló en un comunicado el CNE, tras señalar que si se cumplen los requisitos la consulta sería convocada a inicios de diciembre y a partir de entonces correrán los 90 días "reglamentarios que tiene el organismo" para realizarla.

El anuncio del CNE se dio tras una reunión el miércoles con la oposición y el oficialismo. En ese encuentro el órgano electoral, acusado por la oposición de ser aliado del gobierno, estableció que la próxima etapa del proceso, el recaudo de cuatro millones de firmas (20 % del padrón electoral) necesarias para llamar a la consulta, será del 26 al 28 de octubre.

#DialogoYPaz el socialismo es la mejor propuesta para la paz, tuiteó ayer el Presidente de Venezuela.

El CNE señaló que, si se cumple ese requisito, la consulta sería convocada a inicios de diciembre y a partir de entonces correrán los 90 días "reglamentarios que tiene el organismo" para llevarla a cabo.

Aunque calificó de ilegales dichas condiciones, la oposición venezolana, que esperaba desde la semana pasada la fecha y las condiciones de la próxima etapa del proceso, auguró una "derrota" de Maduro.

"Millones de venezolanos se van a movilizar, dándole una contundente derrota electoral, pero también política y moral", dijo en conferencia de prensa Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

La oposición se declaró en "sesión permanente" para definir medidas de presión por la consulta. "Los venezolanos les vamos a dar una lección histórica. Ustedes no seguirán hundiendo a este país en la miseria", aseguró el excandidato presidencial Henrique Capriles.

La MUD pretendía que el referendo se realizara antes del 10 de enero del 2017, pues si Maduro (2013-2019) pierde habrá nuevas elecciones. En una fecha posterior, si el gobernante es derrotado, el mandato lo concluirá su vicepresidente.
El golpe político

Pero incluso si el referendo no se hace este año, según analistas, la sola recolección de firmas impactaría al gobierno en caso de que la participación sea abrumadora.

La MUD exigía que la recolección del 20 % fuera a nivel nacional, pero el CNE decidió que ese porcentaje corresponda al registro electoral de cada estado. Con uno solo que no logre el mínimo, el proceso quedará invalidado.

"El problema es que así se pueden invalidar firmas más fácilmente", declaró a la AFP el analista Benigno Alarcón.

Otro asunto clave era el número de máquinas de identificación biométrica para el recaudo. El CNE aprobó 5.392 máquinas en función de cuatro millones de personas, pero la MUD pedía 19.500 para los 19 millones de electores.

"Saben que probablemente se va a expresar más del 20 %, el 40 %, el 60 %, porque ocho de cada diez quieren cambio. Eso sería terminal para el gobierno pues se demostraría su deslegitimación", dijo más temprano el vocero de la MUD, Jesús Torrealba.

En la anterior etapa, la MUD recolectó nueve veces más de las 200.000 firmas que necesitaba para hacerse promotora del referendo, por lo que dice estar segura de asestar en la próxima fase un golpe contundente que presione el revocatorio.

"La estructura que está proponiendo el CNE no permitiría que más de cuatro millones validen la firma", dijo a la AFP Eugenio Martínez, experto en asuntos electorales.

Un apoyo que se acerque o supere los 7,5 millones de votos requeridos para sacar a Maduro del poder, tendría un "impacto innegable" aun si no hay referendo este año, agregó.

"Que firmen ocho millones sería de por sí una manifestación de revocatorio", opina el analista Héctor Briceño.

Maduro enfrenta un fuerte descontento popular ante la severa crisis económica, agravada por la caída del ingreso petrolero, y que se refleja en la escasez de alimentos y medicinas y una inflación que el Fondo Monetario Internacional proyecta en 720 % para 2016. (AFP / El Universo)