jueves, 15 de septiembre de 2016

septiembre 15, 2016
Pedro Echeverría V.

1. Mao (Tsetung) me enseñó que “las armas –por más potentes y numerosas que sean- son un tigre de papel o un gigante con pies de barro, cuando el pueblo se pone en movimiento”. Desde entonces aprendí que la lucha de los trabajadores debe darse en las calles, las manifestaciones y los bloqueos. Por la historia sabía que de EEUU salían todas las armas para los países en guerra (sean agresores o agredidos) porque este país obtenía gigantescas riquezas en la venta de armas en el mundo. ¿No fueron acaso los EEUU los ganadores de las dos guerras mundiales, sobre todo por las bombas atómicas que poseían desde entonces y arrojaron en Japón?

2. No sabía que la secretaría de Defensa en México tuviera 18 grandes fábricas de armas con capacidad para producir 18 millones de cartuchos anuales; que se construían fusiles, carabinas, pistola ametralladora, lanzagranadas, un fusil de asalto de 750 disparos por minuto a una distancia de 800 metros; además que las armas son de “calidad mundial”. (El Universal) Entonces me pregunto: ¿Para qué quiere México fábricas de armas si es un pueblo pacífico que no reta ni enfrenta a ninguna otra nación? ¿18 millones de cartuchos son para cegar 18 millones de vidas de mexicanos y de otra nación? Además hoy se anuncia que se construirán también cañones.

3. ¿Pero para qué carajos queremos más armas en México sumadas a las que llegan de EEUU, Israel y otros países guerreristas? Yo preguntaría: ¿Por qué en vez de 18 fábricas de armas y 18 millones de cartuchos asesinos; por qué en lugar de pensar en fabricación de cañones, aviones y helicópteros, por qué no creamos con ese dinero multimillonario -en cada estado de la República- aunque sean diez grandes fábricas de artículos que den trabajo a cinco mil personas? Me preocupaba que los yanquis asesinos protegieran a sus grandes fabricantes de armas y que estas se vendieran abiertamente en cualquier tienda pública. ¿México va por ese camino?

4. A eso se llama “libertad” en el capitalismo: Libertad a los ricos para explotar trabajo, robar salario, saquear al país, envenenar con droga, acumular propiedades, hacer negocios, fabricar armas, invadir países, hacer guerras. Esa maldita “libertad capitalista” de los enemigos de la humanidad es la que debemos exterminar desde la raíz. Por el contrario, nosotros debemos luchar por la libertad de los seres humanos que batallan por la igualdad económica, política, social, en el trabajo y en todos los derechos. ¿Cómo es posible que quepa en la mente producir armas, intercambiarlas, venderlas, con el fin de armar a todo quien quiera comprarlas?

5. Hay que armar a todo el pueblo, sí, hay que armarlo pero con ideas de liberación, de rebelión, de insumisión. Que no piense nunca en tener armas para matar a sus semejantes, sino en ideas para destruirlas. La mejor arma la tenemos en nuestra cabeza, en nuestro pensamiento, en nuestras ideas; si algún asesino quiere destruirnos lo hará con nuestro cuerpo, pero las ideas seguirán cabalgando hasta que haya una humanidad que las entienda. Nosotros somos pacifistas en el sentido de las armas y sus fabricantes; pero en la calle estamos dispuestos a batallar hasta el final con el objetivo que el pueblo aprenda a defenderse y a enfrentar la lucha.

6. Pero no me queda claro: ¿para qué carajos se invierten en México millones de millones de pesos en fabricación de armas para matar cuando se dice que no hay dinero para servicios de salud, educación, vivienda y servicio social? 18 grandes fábricas de armas en México y 18 millones de cartuchos cada año, ni modo que sirvan para comer. Durante el sexenio de Felipe Calderón fueron asesinados 120 mil mexicanos y con Peña Nieto parece acercarse a la misma cifra. ¿Cuántos miles de millones de pesos se invirtieron en armas yanquis y cuántas armas salieron de las fábricas de la Defensa Nacional y de las particulares?

7. Se habla de 100 años de fabricación de armas en México y se dice que el mismo Pancho Villa fabricaba las suyas en los tiempos revolucionarios. Pero México no está en tiempos de grandes batallas revolucionarias. ¿De qué entonces se trata cuando desde 1994 comenzaron las contrataciones masivas para hacer más numeroso el ejército, la armada, la policía federal, los granaderos y las policías de los estados? Yo estoy por el cierre total de las fábricas de armas en México, por nulificar las compras de armas en el extranjero y por un gobierno honrado, no capitalista, donde no haya ninguna necesidad de armas. (14/IX/16)