domingo, 18 de septiembre de 2016

septiembre 18, 2016
Mari Tere Menéndez Monforte con información de Milenio, El Universal y Proceso

 CIUDAD DE MÉXICO, 18 de septiembre.- El cardenal Norberto Rivera oró este domingo para que los poderes Legislativo y Judicial “promulguen y ejerzan las leyes necesarias para vivir con igualdad y fraternidad, defendiendo la familia como Dios la creó”. Así se rezó en Catedral.

Esto a seis días de que se realice en la Ciudad de México una marcha a favor de la familia y en contra de la iniciativa presidencial de legislar a favor de los matrimonios igualitarios, convocada por el Frente Nacional por la Familia.

Durante la homilía, el prelado también rezó por el presidente Enrique Peña Nieto y todo su equipo del Gobierno Federal “para que el Espíritu Santo los ilumine”.

Y también pidió para que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera y los gobiernos  “guíen a sus pueblos en amor, justicia y la paz, teniendo siempre en cuenta su bienestar social”. Y también oró por las Fuerzas Armadas.


El Frente Nacional por la Familia convocó a una movilización nacional el 24 de septiembre, para exigir a los legisladores  que no reformen el concepto de “familia” de la Constitución, así como rechazar que se realicen las modificaciones que permitan matrimonio igualitario a nivel nacional, en seguimiento a un criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Dos semanas antes, realizaron marchas simultáneas en 24 estados y en ocho de ellos, 11 obispos encabezaron las movilizaciones.

El polémico Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, se encuentra en medio de dos fuegos en su contra: por un lado, se intenta llevarlo a juicio por la supuesta protección que le brindó a un sacerdote pederasta suyo que acaba de ser arrestado y, por el otro, varias organizaciones sociales ya están exigiendo su renuncia debido sus fuertes críticas contra los llamados matrimonios igualitarios.

El pasado 27 de agosto fue detenido Carlos López Valdés, quien siendo sacerdote de Rivera Carrera estuvo abusando sexualmente, entre 1994 y 1999, del niño Jesús Romero Colín. El joven lo denunció desde 2007 ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), que apenas hasta ahora lo detuvo.

Cuenta el propio Romero Colín:

“Estoy muy sorprendido con el arresto. Yo denuncié al sacerdote del cardenal Rivera desde hace nueve años ante la procuraduría capitalina. Y ésta jamás hizo nada. Lo mantuvo en la impunidad pese a las pruebas en su contra. Hasta ahora se le arrestó, justo cuando el cardenal se está oponiendo duramente a la iniciativa del presidente Peña Nieto que intenta legalizar los matrimonios gay.”

Uno de los abogados de Romero, David Peña, asegura por su parte:

“Hubo acuerdos no escritos entre la Iglesia y el poder público. La detención de Carlos López se debió a un cambio, a una recomposición de estos acuerdos. Sólo eso explica que hoy se le haya arrestado, luego de varios años de que las autoridades no hicieron absolutamente nada.”

–¿A partir de este arresto, intentarán que se castigue a supuestos encubridores de nivel jerárquico más alto?

–Mire, el arresto de Carlos es sólo la punta del iceberg. Detrás de sus abusos hubo todo un entramado que le dio protección y nosotros estamos decididos a desenmarañarlo. Por lo menos desde 2007, cuando la víctima denunció al sacerdote, está comprobado que Norberto supo de sus abusos –aunque nosotros suponemos que lo sabía desde años antes– y aun así no lo denunció ante las autoridades civiles, ni tampoco quiso aportar elementos para la investigación. Y quien está obligado a colaborar y no lo hace, se convierte en cómplice.

“Norberto se limitó a hacerle un juicio eclesiástico a su sacerdote, en el que se le encontró culpable. Y luego se le quitó el ministerio sacerdotal. Es como si un miembro de un club deportivo cometiera un asesinato dentro del club, y las autoridades de éste sólo le quitaran la membresía al asesino sin denunciarlo a las autoridades. Norberto hizo exactamente lo mismo.

Fragmento del reportaje que se publica en la edición 2081 de la revista Proceso, ya en circulación.