jueves, 25 de agosto de 2016

agosto 25, 2016
Edith Gómez

No creo que exista alguna persona feliz todos los días, todas las personas tenemos días buenos, pero también pasamos por días malos. Existen días donde creemos que podemos con todo el peso de exigencias de la vida diaria de una “mujer actual” y otros en donde queremos renunciar a todo. A diario recibimos ese bombardeo de informaciones que dicen cómo ser súper profesionales, súper amigas, súper novias y esposas. La realidad difiere de la perfección.


Hoy en día el estrés se nos viene encima cuando enfocamos todos nuestros esfuerzos a conseguir el éxito. Tratar de quedar bien con la sociedad nos ha llevado a desarrollar una enfermedad, que si bien no es nueva, está atacando a las mujeres y a los hombres jóvenes. Se trata de la distimia.

El Trastorno Distímico (distimia) se conoce es una variante leve de la depresión. Se suele situar la distimia en un límite del espectro de la depresión. Donde los trastornos depresivos más agudos se encuentran en el otro extremo más grave.

¿Qué es la Distimia?

La palabra distimia se deriva del griego, "humor alterado". Generalmente aquellas personas afectadas por esta enfermedad continúan con su rutina durante mucho tiempo sin recibir ningún tipo de ayuda o tratamiento.

Estos individuos no presentan nada en su conducta que pueda hacernos notar que esa persona tiene un trastorno psicológico, pero las podemos diferenciar porque presentan signos de abatimiento. La distimia es un trastorno afectivo, y los tratamientos disponibles actualmente son muy eficaces.

¿Quién tiene Distimia?

Casi el 2% de la población se ve afectada por la distimia, y son las mujeres las más afectadas por este “humor alterado”.

Hay que tener cuidado, no se debe confundir un momento de tristeza o depresión leve con la distimia. Toda persona es susceptible de poder sentirse triste durante algún acontecimiento importante, y eso no tiene nada de anormal. Para que ese “momento de tristeza” se pueda considerar como trastorno distímico, debe mostrarse todos los días durante por lo menos dos años.

¿Cómo se manifiesta? ¿Qué síntomas produce la Distimia?

Los síntomas más usuales en los pacientes afectados son la melancolía y la tristeza. Generalmente, consideran casi imposible encontrar la felicidad y la satisfacción en su rutina diaria. Presentan, además, baja autoconfianza y no son capaces de tomar decisiones.

El cansancio y la baja actividad también suelen ser signos de distimia. Frecuentemente, los patrones del sueño y la alimentación están alterados. En cuanto al descanso, los afectados por distimia pueden sufrir insomnio, o bien dormir más horas de las recomendadas. En relación a la nutrición, a veces presentan episodios de ingesta desmesurada, o bien una falta notoria de hambre.

La concentración y la memoria se ven afectadas. Es usual que los afectados empiecen a aislarse socialmente poco a poco, problema que a la larga puede acarrear incapacidad social, y hasta fobia social.

¿Cuáles son sus causas?

Existe cierta controversia sobre las causas del trastorno distímico. Algunas investigaciones apuntan a una prevalencia del factor hereditario, si bien nuevos estudios sugieren que las causas son ambientales: aislamiento social, reveses puntuales de la vida y situaciones de estrés prolongadas.

La peculiaridad única del trastorno distímico es que más del 75% de los afectados padecen alguna otra problemática crónica, tal como una dolencia física, drogadicción, u otro desorden psiquiátrico. El personal médico suele tener dificultades en establecer qué problema es anterior, ya que los tempos de inicio son frecuentemente dispersos.

¿Cuál es el tratamiento para la Distimia?

Los tratamientos disponibles tienen como objetivo identificar en el individuo las causas subyacentes La terapia cognitivo-conductual y la psicoterapia, son las modalidades de tratamiento que han sido más eficaces.

En la otra mano, los fármacos pueden ayudar bastante a los pacientes afectados por distimia.

Siempre es bueno conversar con el paciente sobre las cosas que le aquejan para ayudarlo, y de esta forma despejar sentimientos y pensamientos negativos como la culpa o la sensación de inutilidad. El tratamiento psicológico también permite que el individuo pueda manejar de menor manera sus emociones.

Conjuntamente con la terapia individual, las terapias grupales permiten que aumente la autoestima y ayuda a mejorar las capacidades sociales.

¿En qué se diferencia la Distimia de la Depresión?

Las personas afectadas por la distimia generalmente tienen una vida normal guiada por rutin no obstante de su trastorno. Por otro lado, las personas con depresión no son capaces de mantener un equilibrio en esa rutina. La diferencia elemental es el grado de incapacitación que el individuo presenta.

La falta de interés no se presenta en el trastorno distímico. Los afectados por la distimia pueden experimentar placer, también.

No experimentan agitación, ni dificultad motora.

No suelen presentarse pensamientos relacionados con el suicidio o la muerte.

Si crees que tú o alguna persona cercana pueda padecer de distimia, recomendamos asistir a tratamiento profesional, ya que es frecuente que los cuadros distímicos deriven en depresión si no son tratados adecuadamente. Un psicólogo o psiquiatra debe realizar un diagnóstico preciso en este tipo de trastornos.

Descripción del autor: Edith Gómez es editora en Gananci, apasionada del marketing digital, especializada en comunicación online. Se niega a irse a la cama cada noche sin haber aprendido algo nuevo. Le inquietan las ideas de negocio y, más aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos.

Twitter: @edigomben