sábado, 20 de agosto de 2016

agosto 20, 2016
Pedro Echeverría V.

1. “Un grupo de golpeadores –jóvenes la mayoría armados con palos piedras y tubos- arremetieron ayer viernes 19, contra campesinos del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de Texcoco y San Salvador Atenco para desalojarlos de un plantón que instalaron desde abril pasado en los ejidos de Tocuila a fin de impedir la construcción de la autopista que conectaría con el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM)”. También arremetieron contra el fotógrafo de La Jornada, Alfredo Domínguez, a quien apedrearon y despojaron de su teléfono celular para impedir que fotografiara el conflicto; además golpearon al corresponsal y otro grupo de comunicadores que reporteaba en la zona.

2. No es la primera ni la última vez que intervienen violentamente de parte del gobierno para desbaratar manifestaciones, plantones o bloqueos de los trabajadores que reclaman derechos. Por ello siempre debemos estar atentos y preparados. Los campesinos de Atenco se defendieron como pudieron contra los mercenarios del gobierno, pero muchos quedaron descalabrados. Los compañeros de Atenco que nunca han dejado de manifestarse sin sus machetes como signo de identidad e instrumento de trabajo, llevan por lo menos desde 1994 luchando en las calles, participando a todas las manifestaciones y reuniones políticas. Poseen una enorme simpatía en todos los frentes de lucha en los que manifiestan su apoyo y solidaridad.

3. San Salvador Atenco –debe saberse en todo el mundo- es una pequeña población campesina que está a unos 40 kilómetros de la Ciudad de México; sus habitantes se negaron a vender sus tierras, en ejido colectivo y pequeñas parcelas, al gobierno de Fox cuando éste se proponía construir un gran aeropuerto internacional. Los compradores en realidad les pagaban una milésima parte de su valor queriéndoles ver la cara de tontos, además les decían que podrían ser barrenderos, maleteros o cargadores en el nuevo aeropuerto. Los campesinos se negaron demostrando que la tierra era herencia de sus antepasados y pasarían a manos de sus hijos y nietos porque era lo único que les garantizaba su vida, aunque siguieran en la pobreza. El presidente Fox entró en cólera, los reprimió, pero con el apoyo de otros sectores, los campesinos se defendieron y continuaron luchando, sobre todo dando solidaridad a otras batallas sociales. El gobierno de Fox quedó dolido por la derrota recibida.

4. Luego vino la inolvidable venganza. Imaginen la ira de Fox al fin de su sexenio: el coraje de un personaje que como él se sentía de sangre azul, panista de pura cepa, hijo de España y prominente empresario, derrotado por un pueblo campesino y por dirigentes que se habían prestigiado en todo el país como luchadores sociales antigobiernistas. ¿Y Peña Nieto, el gobernador del Estado de México que proyectaba entonces su campaña hacia la Presidencia de la República? ¿Acaso no miraba el momento y la oportunidad de acabar con tan destacados opositores populares? En tanto Mao –el fallecido líder chino- hablaba de las cien flores que abran corazones e ideas, en la ciudad de Texcoco la policía desató la represión contra humildes mujeres de Atenco que vendían flores en el mercado para poder conseguir unos centavos para comprar la comida del día para la familia. Cualquier pretexto fue válido para desatar la brutal represión.

5. En México gobierno, empresarios y clases altas se llenan la boca diciendo que hay mucha libertad en el país, pero no dicen que sólo aquella que está en los límites de lo que puede soportar la clase política y empresarial: la de aquellos corruptos políticos e "intelectuales" asimilados al sistema, la de los invitados de siempre en la radio y la TV, la de aquellos que siempre han sido oposición de mentiritas, no real. Pero cuando una organización o grupo de individuos explotados y oprimidos sobrepasa -a criterio del poder- el marco restringido, entonces la represión aparece con toda su brutalidad, tal como los campesinos de Atenco o de Oaxaca. Quizá no esté diciendo con esto nada nuevo, pero es importante reiterarlo para demostrar la falsedad, las mentiras, de aquellos que hablan de democracia, libertad y justicia en un país donde siempre se ha usado la cárcel y el exterminio para acallar a los luchadores sociales.

6. Si acaso, por aquellas cosas inauditas de la vida –escribía entonces- la SCJN llegara a ordenar la liberación de los campesinos de Atenco presos, no habría nada qué agradecerle, ni tampoco pensar que es una institución justiciera o confiable porque históricamente ha sido la madre avaladora de las injusticias. Que no se caiga en aquella posición maniquea de que "cuando nos benefician todo es bueno y cuando no todo es malo". Debe quedar siempre claro que todas las instituciones, los órganos de poder y sus leyes favorecen siempre a la clase dominante, que sólo podemos arrancarles algo cuando demostramos una gran fuerza, o saldrían porque la burguesía aplica una política de mediatización para luego tratar de controlarnos. Los presos deben salir libres porque son inocentes, pero si acaso los dejaran encerrados sería por miedo de la burguesía a los atenquenses por su contribución para hacer avanzar las luchas de los trabajadores.

7. Por eso se exhortaba entonces, a decenas de miles, o cientos de miles para asistir con los trabajadores y ciudadanos de los sectores oprimidos, a lanzarse a las calles exigiendo la libertad de los 12 presos políticos de Atenco; pero también a estar ahí para condenar al gobierno fascista de Calderón que, además de hacer más miserable la economía de los trabajadores del país, ha desatado una feroz represión contra las luchas de los electricistas, mineros, oaxaqueños, profesores y demás. Hoy, en agosto de 2016 el mismo Peña Nieto –que antes era gobernador del Estado de México- como Presidente de la República vuelve a la represión brutal usando fuerzas de choque para golpear a los campesinos. ¿Puede olvidarse que en 1915 los obreros de la Casa del Obrero Mundial fueron engañados por el gobierno de Carranza/Obregón para golpear a campesinos villistas y zapatistas? ¡Que viva la lucha tenaz y muy valiente de los campesinos de San Salvador Atenco! (20/VIII/16)