sábado, 13 de agosto de 2016

agosto 13, 2016
José Repetto

Oímos mucho sobre escuelas de renombre, unas mejores que otras. Siempre se habla de la UMSA, República de México, el Centro Universitario Felipe Carrillo Puerto y otros planteles con distintos niveles educativos.


En el antiguo barrio de San Sebastián, uno de los más abandonados del Centro de Mérida, se encuentra una pequeña escuela propiedad de las monjas de la Congregación Jesús María. Es, cabe mencionar, de las pocas escuelas mixtas de dicha orden religiosa, pues la mayoría son sólo para niñas.

El que escribe estudió una década -2 años de preescolar, seis de primaria y 3 de secundaria- en dicha escuela por el simple hecho de que estaba cerca de mi casa y era barata (no tanto como debería serlo). Sé que buena parte de los maestros que tuve -el pequeño autoritario Miguel Camargo, la impaciente y siempre exasperada Miroslava Carrillo, la supersticiosa Libertad Paredes, etc.- se han ido ya, con la excepción de Laura Camelo, maestra de Inglés que pasa más tiempo gritando a la clase que enseñando o bien perfeccionando su propia pronunciación.

La gente va y viene, pero hay sistemas que son como son no por los individuos que los conforman, sino por una serie de factores donde éstos son secundarios, meros peones.

A continuación presento, con base en lo que observé durante mi estancia en dicho lugar, 5 motivos para no inscribir a sus hijos a ningún nivel de este plantel educativo:

En declive. El inminente cierre de la prepa nos hace pensar ¿cuándo cerrará la secundaria? ¿le seguirá el preescolar? ¿tiene futuro esta escuela?

Métodos e ideas retrógradas. Si usted es socialmente conservador, radical al respecto y quiere educar a sus hijos para que estén quietos y callados como robots todo el tiempo, no tengan relaciones hasta su noche de bodas y no sepan nada sobre la sexualidad, vean a las muchachas que se atreven a tener novio o quedan embarazadas a raíz de que nunca recibieron una educación sexual acorde a los tiempos como "zorras" y odien a los homosexuales, lesbianas y todo lo que no huela a "familia tradicional" y al "plan de Dios" esta escuela es ideal para usted.

Como una prisión. Por años la escuela ha sido pintada en distintos tonos de gris. A raíz del poco espacio con el que cuenta, sus salones son pequeños y el estilo de las rejas y el techado barato de la cancha de la primaria -una de las "grandes obras" de la Madre Hilda- crean un ambiente semejante al de una cárcel.

Cero renombre. No es la Modelo, no es el CUM. Ni siquiera la UMSA. Cuando una persona dice que estudió en el Colegio Avelino Montes Linaje éstas son las respuestas usuales: ¿El qué? ¿Qué es eso?  ¿Dónde está? ¿Con qué se come?

El "hermanito pobre" del Colegio Mérida. Las instalaciones del Avelino son inferiores en todos los sentidos a las del Mérida, que incluso ya ha sido rebasado por muchas otras instituciones. Las monjas no se cansan de recordar a los alumnos que 1) son pobres y 2) la escuela existe en gran medida gracias a la "caridad" de las nenas del Mérida.

Si ya inscribieron a sus hijos, tal vez todavía no es demasiado tarde para buscar una mejor escuela.