sábado, 9 de julio de 2016

julio 09, 2016
MÉRIDA, Yucatán, 9 de julio.- Wilma Abigail Chan Euán vecina de Komchén, vivía en casa rentada  de esta comisaría, junto con sus tres hijos Joselyn Abigail de 4 años de edad, Alison Guadalupe de 2 y Armando de Jesús de 1 y con su pareja Honorio de Jesús Uc Escamilla, quien era el respaldo moral y económico para esta familia.  


Sin embargo, un lamentable accidente de tránsito, en el que falleció Honorio, era ayudante de una empresa recolectora de chatarra y padre de los tres niños, cambió por completo su vida, pues a partir de entonces toda la carga económica y moral de su hogar quedó bajo su completa y única responsabilidad.

Había que hallar trabajo para mantener y crecer a sus pequeños.

Al principio, con todas dificultades que implican estos casos, Wilma y sus tres hijos se fueron a vivir con su mamá, María Mercedes Euán Madero, quien, junto con sus hermanos, la ayudó a construir un pequeño cuarto de cartón que es lo que constituía su casa habitación.

Al enterarse del Programa Municipal de Vivienda del Ayuntamiento de Mérida,  Wilma fue ayudada por su madre para que solicite el apoyo para mejorar su calidad de vida y, por supuesto, la de sus niños menores.

Su solicitud fue para una cuarto para habitar y un baño, pero grata fue su sorpresa cuando le confirmaron que ella calificaba para tener una vivienda completa, que consta de una habitación, un cuarto de usos múltiples y un baño.

Para que esto fuera posible, la madre, propietaria del terreno, tenía que poner a su nombre una parte del mismo, ya que uno de los requisitos es que el espacio donde se deba llevar al cabo la acción de vivienda debe estar a nombre del beneficiario.

Una vez cumplidos todos los requisitos y trámites, en enero pasado comenzaron a construir y en marzo le entregaron su vivienda.

-Me siento muy bien, gracias a Dios, gracias al alcalde por el apoyo que me dio, porque tengo donde estar con mis hijos- expresó.

-Ha sido muy difícil salir adelante, sobre todo porque sales a la plaza y los niños te piden cosas y aunque les digas  que no hay, simplemente son niños y no le entienden,- comentó.

Wilma actualmente trabaja en una empresa de limpieza en City Center, de 2 de la tarde a 10 de la noche, de domingo a viernes y descansa los sábados, que es cuando aprovecha lavar la ropa, arreglar su casa y dejar todo listo para poder pasar más tiempo con sus pequeños.

Hoy día tiene un sueldo es de $1,400 quincenales, lo cual no es suficiente para la mantener a su familia porque sólo en transporte y comida gasta alrededor de $500, de modo que para todos los demás gastos apenas le quedan $900.

Todos los días tiene que abordar cuatro camiones, dos de ida y dos de vuelta.

El problema, dice, es a la hora de salir de sus labores, porque a su hora de salida no siempre encuentra transporte, aunque a veces la empresa les proporciona el apoyo de llevarlos a su comisaría, porque son tres personas de Komchén y Kikteil que trabajan allá.

A pesar de que no ha sido fácil la vida de Wilma, ella está decidida a salir adelante, por ella y sobre todo por sus hijos que son muy pequeños y necesitan de todo su apoyo. (Boletín)