sábado, 23 de julio de 2016

julio 23, 2016
MADRID, España, 23 de julio.- La Policía alemana investiga la trampa que el autor del tiroteo de Múnich llevó a cabo  para conseguir más víctimas en su macabro acto. Ali David Sonboly habría abierto una cuenta 'fake' en Facebook destinada a atraer más público a la hamburguesería en la que perpetró los disparos. En concreto, la cuenta, atribuida a Selina Akim, ofrecía invitaciones y descuentos en dicho centro a quienes se respondiese a la cita, fijada el viernes a las cuatro de la tarde.

El autor del tiroteo de Múnich en el que fallecieron ayer nueve personas, entre ellas varios niños, es un joven de 18 años nacido en Múnich y de nacionalidad germano-iraní. Después de que al Policía haya descartado posibles vínculos con el terrorismo islámico, los medios alemanes están investigando el perfil de este joven macado por los episodios depresivos.

Selina Akim.

La cuenta difundió varios mensajes al respecto que, a su vez, fueron publicados por algunos usuarios de Twitter. Eso despertó la alarma de la joven cuyas fotos fueron robadas y usadas para la cuenta 'fake', que se encargó de alertar del falso carácter de lo que se estaba divulgando. Ahora los responsables de la investigación tratan de averiguar si la citada cuenta fue configurada por Sonboly y si algunas de las personas presentes en el local, incluyendo algunos de los fallecidos, acudieron tentados por la oferta.

De Múnich

"Nacido en Múnich y criado en Múnich", así comenzó la Policía alemana su escueto perfil biográfico sobre el joven germano-iraní de 18 años que irrumpió este viernes en un restaurante de McDonald's pistola en mano, causando diez muertes -incluida la suya- y heridas a una veintena de personas. Con esa primera descripción desechaba de entrada que tuviera "nada que ver con temas de refugiados", como también lo desvinculó del Estado Islámico. Se trataba de un "estudiante", un chico de Múnich. Lo que no llegó a precisar el jefe policial fue su nombre, Ali David Sonboly, el cual quiso preservar sin éxito, pues los medios locales hicieron pronto su parte.

Hijo de un taxista y una dependienta, vivía con su familia en un edificio registrado este sábado por la Policía de Múnich en el humilde barrio de Maxvorstadt.  En su cuarto las autoridades no han encontrado ninguna carta de despedida, pero sí recortes de prensa y "mucho material" relacionado con matanzas en solitario. Incluido un ejemplar del libro 'Amok, por qué matan los estudiantes', sobre dicho síndrome que usa un término malayo para referirse a un "ataque de locura homicida". Tampoco el nombre de su instituto ha sido revelado para no despertar alarmas.

En medios alemanes, hablan de él como un chico solitario y tímido que de vez en cuando trabajaba como repartidor de periódicos para ganar dinero.

Por eso, indican, cabe pensar que el fallecido autor del ataque del viernes pudiera haber estado influido por Anders Behring Breivik, el noruego que hace justo cinco años asesinó a 77 personas en Oslo y Utøya. "Es casi forzoso recordarlo", ha dicho Andre, para quien en este caso convergen tres situaciones: el viernes se cumplía un lustro de ese ataque, "el autor había estudiado estos hechos de violencia indiscriminada" y la mayoría de las víctimas también eran jóvenes.

Porque en lo que sí hizo hincapié el oficial es en el "cuadro depresivo" que aparentemente sufría el joven, por el cual había recibido tratamiento psiquiátrico recientemente. El ministro de Interior bávaro, Joachim Hermann, aseguró que hay indicios de que sufría "una perturbación psíquica nada leve".

Ya en el vídeo que se hizo viral el pasado viernes, Sonboly daba pistas sobre el posible origen de sus problemas. En la conversación con el vecino que le grababa desde un balcón, el joven germanoiraní le recriminaba "por culpa de gente como tú fui acosado durante siete años... y ahora tengo un arma para disparar". También hablaba sobre algo relacionado con una "sala de psiquiatría". Eso sí, la Policía ha pedido prudencia a la hora de hablar de asuntos serios como el 'bullying'.

Lo que queda claro es que se trató de un asalto deliberado y para el que el joven se preparó a conciencia, armado con una pistola Glock de 9 milímetros y 300 cartuchos que cargaba en su mochila. (El Confidencial / Qué!)