miércoles, 6 de julio de 2016

julio 06, 2016
LONDRES, 6 de julio de 2016.- "I will be with you, whatever" (enlace a la carta) ("love letter") escribió Tony Blair a George W. Bush el 28 de julio del 2002, ocho meses antes de que empezara la invasión a Irak. El exprimer ministro británico arrastró al Reino Unido a la guerra de Irak de manera injustificada, en base a unos informes del servicio de inteligencia "defectuosos" que Blair y su Gobierno deberían de haber cuestionado. El principal argumento utilizado para llevar cabo la invasión fue que Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva, lo que resultó ser completamente falso.

Esta es una de las conclusiones de la investigación que ha llevado a cabo a lo largo de los últimos siete años una comisión presidida por John Chilcot, un antiguo funcionario del ministerio británico para Irlanda del Norte, y que se ha hecho público esta mañana en Londres, ante una gran expectación.

Son varias las "cartas de amor".

En informe, muy crítico con Blair, asegura que el exprimer ministro no "agotó todas las opciones posibles" para evitar la implicación del país en la aventura belicitas del entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush. "Estaré contigo pase lo que pase", escribió Blair a Bush el 28 de julio del 2002, ocho meses antes de que empezara la invasión.

La investigación se puso en marcha en el 2009 por el exprimer ministro laborista Gordon Brown -en el poder entre 2007 y 2010- después de intensas presiones de políticos y de las familias de los británicos que perdieron la vida en el conflicto.

En una primera reacción al documento, Blair ha dicho que asume todos los "errores" cometidos "sin excepción ni excusas", aunque se ha reafirmado en su convencimioento de que sacar del poder a Sadam fue la decisión correcta y que la situación de terrorismo global que se vive actualmente no es consecuencia de la intervención militar extranjera en Irak. En un comunicado, Blair ha dicho que actuó "de buena fe" y en "interés del país".

Protestas en la calle

El informe Chilcot, esperado con ansiedad y paciencia por muchas de los familiares de los soldados muertos y por todos aquellos que entonces abominaron de la decisión tomada por Blair, consta de 12 volumenes que contienen más de 2.6 millones de palabras, cuatro veces más que la obra 'Guerra y Paz' de Leon Tolstoi. Tras darse a conocer el informe, familiares de militares muertos en la guerra han anunciado que estudiarán medidas legales contra las personas que autorizaron la invasión.

Fuera del centro donde Chilcot ha presentado el informe se han concentrado decenas de personas para mostrar su repulsa a Blair. “Dos millones de iraquís ha muerto en la guerra”, se lee en una pancarta. “Blair: ha llegado la hora de que pagues tus crímenes”, está escrito en otra. Algunos de los presentes han gritado “Tony Blair, criminal de guerra”.

Entre los participantes en la protesta hay miembros del grupo Veteranos por la Paz, formado por soldados que participaron en la contienda. “Muchos de nuestros miembros hemos servido en Irak y fuimos testigos de los que allí ocurrió”, ha dicho el excombatiente Ben Griffin. “Fue una agresión en la que se rompieron muchas veces la Convención de Ginebra”, ha añadido. Una mujer ha leído la lista de los diputados laboristas que entonces votaron a favor de la guerra. El actual líder del partido Jeremy Corbyn votó en contra.

Decenas de miles de documentos

El informe ha sido elaborado tras consultar más de 150,000 documentos, algunos desclasificados, y tomar declaración a más de 150 testigos, entre ellos el propio Blair, al entonces ministro de Exteriores, Jack Straw, y de Defensa, Geoff Hoon. El coste de la investigación ha superado los 10 millones de libras esterlinas, unos 11,8 millones de euros. El informe recoge la correspondecia que tuvieron esos años Blair con el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

El objetivo del trabajo de Chilcot y sus colaboradores -uno de los cinco miembros de la comisión ya ha fallecido- no ha sido establecer la legalidad de las medidas tomadas -la ONU dictaminó que iba en contra de la legalidad internacional- sino valorar las decisiones que se adoptaron antes y durante los años en que las tropas británicas estuvieron en territorio iraquí, hasta el 2009.

Como jefe del Gobierno, Blair fue el principal responsable de aliarse con Bush para invadir el país árabe bajo el argumento falso de que el régimen de Sadam Husein poseía armas de destrucción masiva.Blair fue interpelado en dos ocasiones por Chilcot y ha pedido disculpas, parciales "por el hecho de que las informaciones facilitadas por los servicios secretos eran falsas".

Ante los tribunales

El impresionante operativo militar se puso en marcha en marzo de 2003, poco después de la famoso foto de las Azores, en la que aparecen sonrientes y relajados Bush, Blair y el entonces presidente del Gobierno español, José María Aznar. Ahí estaba también el anfitrión de la cumbre, aunque fuera de encuadre, el entonces primer ministro de Portugal, Jose Manuel Durao Barroso, que después llegó a ser el presidente de la Comisión Europea.

El Reino Unido aportó a la guerra un total de 45,000 soldados, de los cuales 179 murieron. A 29 de las familias de los militares fallecidos, el informe Chilton les puede "servir de base para llevar ante la justicia a Blair, a sus ministros y al gobierno de entonces en general", ha dicho el bufete de abogados que las representan.

Hay quienes trabajan para lograr que el exprimer ministro británico sea juzgado por el Tribunal Penal Internacional por crímenes contra la humanidad. La invasión y guerra de Irak, que todavía continúa, se ha llevado la vida de decenas de miles de civiles, ha propiciado la guerra sectaria y ha desplazado a millones de personas. (El Periódico / The Guardian / The Sun)