miércoles, 1 de junio de 2016

junio 01, 2016
Pedro Echeverría V.

1. Las Comisiones de Derechos Humanos siempre han sido designadas y financiadas por los gobiernos, por ello la de México reprobó “enérgicamente los actos intimidatorios y vejaciones cometidos” por presuntos miembros de la CNTE contra personal docente en el estado de Chiapas. Abrió una queja de oficio al tiempo que expresó respeto al derecho de protesta pacífica “sin que ello afecte derechos de terceros”, y se pronunció “porque en todo momento prevalezca el interés superior de la niñez”. ¿Y la permanente represión del gobierno a los profesores no se ve?

2. Cuando observo el salvajismo de la clase dominante para someter al pueblo pobre trabajador, lo único que resalta en mi mente son las clases sociales y la lucha de clases que me enseñó Marx a partir de 1959. En los problemas político/económicos casi nunca he culpado a personas ni buscado hacer juicios particulares; pienso que todo lo que sucede está sujeto a esta batalla entre grandes ricos y pobres y que “no debo buscarle cinco pies al gato” porque todos debemos saber cuál es el origen de todo: la necesidad de unos cuantos de controlar todo el poder para sí.

3. En México hay unos 122 millones de habitantes; menos de cinco mil son los multimillonarios que deciden en la economía, en la política, en las fuerzas armadas y los medios de información en el país; quizá unos 20 millones pertenecen a las clases medias acomodadas y el resto, unas 100 millones de personas son clases medias trabajadoras pobres y la inmensa mayoría miserables. Son estas clases sociales las que en sus luchas transforman la historia. Las de más alto nivel siempre inventando como someter y sojuzgar a la mayoría del pueblo y éste buscando ser libre.

4. Estos cinco mil multimillonarios, estrechamente asociados con negocios extranjeros manejan la economía a su antojo.; colocan en cargos políticos a sus incondicionales y manejan todos los medios de información de acuerdo a sus criterios. Todos los presidentes de la República, sus funcionarios, los legisladores, los ministros de la suprema corte, así como sus comisiones como las electorales, las de vigilancia y de derechos humanos, son trazados con la misma regla y funcionan como se los indican. Todo ello fue demostrado por los investigadores internacionales recién expulsados.

5. Estoy de acuerdo: ¡que mueran los dogmas, las verdades establecidas!; pero así como el capitalismo posee mil dogmas: acumular capital, explotar el trabajo humano; enriquecerse por encima de todas las cosas; ser feliz, aunque los demás mueran de hambre. Yo también poseo otros dogmas de los que jamás me liberaré: “La historia de las sociedades es la historia de la lucha de clases”; “mientras haya capitalismo habrá explotación, clases sociales y lucha de clases”; “si el pueblo no se organiza y lucha contra el capitalismo, seguirá siendo esclavo”.

6. ¿Cómo entonces se va a defender el pueblo de sus represores, así como de los miles de agentes que les sirven? ¿Tirándoles flores a cambio de recibir gases lacrimógenos y toletazos? Pienso que el gobierno capitalista y su Estado, por lo menos en los últimos nueve años (sexenio de Calderón y trienio de Peña) han agudizado el Estado de sitio en México. En vez de que el país camine hacia la paz resolviendo los problemas de pobreza, miseria, desempleo y hambre del 80 por ciento de nuestro pueblo, el gobierno ha impuesto un Estado de guerra y muerte.

7. Los gobiernos capitalistas del PRI y del PAN son especialistas para crear comisiones que les llama “independientes” como “derechos humanos”, “contra la tortura”, “contra la corrupción”, con el fin de prestigiarse en el mundo diciendo que tienen vigilancias y contrapesos. Pero todos saben en México y en el mundo que de nada sirven porque son creadas por el mismo gobierno y viven del presupuesto público y del control de Gobernación. En Chiapas no a todos los que no participan les cortan mechones de cabellos, sino solamente a los traidores del pueblo. (1/VI/16)