domingo, 19 de junio de 2016

junio 19, 2016
Pedro Echeverría V.

1. Han crecido rápidamente los apoyos al Paro indefinido de los maestros de la CNTE estallado el pasado mayo. No sólo en cantidad de maestros de los estados de la República que han fortalecido el plantón, sino también de López Obrador y su partido Morena, Marcos y el EZLN, el ex rector de la UNAM González Casanova con muchos intelectuales, estudiantes del CCH de la UNAM, mexicanos en los EEUU, etcétera. El gobierno de Peña y sus empresarios han sido emplazados para aceptar el diálogo y solucionar los problemas educativos que ha presentado la Coordinadora (la CNTE). Hoy no sólo se pide la renuncia de Aurelio Nuño de la SEP sino su encarcelamiento.

2. El anterior jefe de la SEP, el viejito policía Chuayffet, cansado de no poder frente a las justas y combativas movilizaciones de la CNTE, prefirió renunciar a tiempo, antes de ir a la cárcel. En su lugar se colocó a un personaje que, más que secretario de la SEP, parece un policía, sargento, capitán o general que nunca ha dado una idea educativa porque sólo se ha encargado de dar órdenes: “soldados del ejército: a Chiapas, a Oaxaca, a Guerrero, a Michoacán ocupen esos estados para proteger a las autoridades contra las manifestaciones de maestros o estudiantes”. Ha ordenado lanzar gases lacrimógenos aunque hayan niños, ancianos o embarazadas.

3. Ha ordenado apresar a más de 20 profesores que se han distinguido como dirigentes de maestros en sus luchas contra la llamada Reforma Educativa; ha ordenado cesar a  cuatro mil que no presentaron evaluaciones y a otros cuatro mil por apoyar el Paro y faltar cuatro días al trabajo. Además a todos ellos les ha descontado y suspendido su pago. Esos son los problemas legales para meterlo a la cárcel, pero yo lo acusaría de ser “hijo de papi”, un personaje facho y, por su racismo, no debería tener cabida como funcionario. ¿O ya no es un delito –desde 1982- que los que no sean “nacionalistas revolucionarios”  estén como funcionarios de gobierno?

4. Obvio, no sólo Nuño debería ir a la cárcel por provocador y represor, además de autor de la profunda inestabilidad social; si triunfara una revolución social o, por lo menos si López Obrador en la Presidencia estuviera dispuesto a limpiar la casa, comenzaría exigiendo de entrada, desde la calle, el encarcelamiento de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña por evidentes, para luego exigir que los acompañen en chirona unos 50 más; esto además de eliminarles su jubilación millonaria y todos los servicios con que cuentan. ¿Cómo lograr que el pueblo mexicano pueda confiar en un nuevo gobierno que se inicia negociando con políticos y empresarios que han saqueado el país?

5. Así que el que México –durante los últimos 30 años esté ocupando los últimos lugares en la OCDE- no es culpa de este sexenio, sino de gobiernos, secretarios de la SEP, dirigentes del sindicato de maestros (el SNTE) que han llevado al desplome total del sistema educativo. Sólo los imbéciles y tontos pueden pensar que son los maestros y demás trabajadores que reciben órdenes superiores y sólo se han dedicado a obedecer. Por ello nació en 1979  la Coordinadora: para luchar contra los líderes espurios del sindicato, contra las ignorantes y oportunistas autoridades de la SEP y contra este sistema social capitalista que debe ser destruido por un sistema igualitario.

6. Si Nuño renunciara –aunque no fuera a la Cárcel de manera inmediata- automáticamente se desconocerían todas las medidas que ordenó: saldrían todos los profesores presos, se devolverían todas las plazas así como los salarios caídos y se instalaría una mesa de diálogo para debatir las medidas que se deben tomar para una recomposición de la educación nacional. Se les daría chance a los líderes espurios y charros para opinar y externar las ideas que tengan para realizar una verdadera revolución educativa. Pienso que si se componen los asuntos educativos y se abren otras mesas para discusión de las llamadas “reformas estructurales”, mucho puede cambiar. (19/VI/16)