lunes, 6 de junio de 2016

junio 06, 2016
Pedro Echeverría V.

1. En las elecciones de ayer 5 de junio, el PAN barrió al PRI en siete de los 12 estados donde se realizaron comicios y es posible que el partido Morena (de López Obrador) haya obtenido más votos que todos en el DF (CDMX), como todo mundo esperaba. ¿Qué anuncian esos resultados? a) que Beltrones entregará inmediatamente su renuncia como presidente del PRI; b) Que Peña reconfirmará que su gobierno se ha venido abajo; c) Que Morena sólo domina en el DF; d) Que el triunfos del PAN-a pesar de derechista y corrupto- son para mí inexplicables. A veces pienso que “mucha gente tradicionalmente sigue viendo al PAN como la oposición al PRI.”

2. Me extraña: ¿No se dieron cuenta los votantes que los 12 años de gobierno del PAN con Fox y Calderón fueron tan funestos, tan corruptos, tan asesinos, como ha sido el PRI? ¿O no votaron por el PAN sino contra el “nuevo” PRI de Peña? La realidad es que si se comparan las carretadas de regalos, dinero y promesas para comprar votos, el PRI seguramente superó al PAN; y si se compara la intervención de los “poderes fácticos” posiblemente el PRI movió a más multimillonarios. ¿De dónde sacó votos el PAN si sus candidatos, sobre todo el de Veracruz, son nacionalmente conocidos como corruptos? ¿0 hay algo profundamente escondido e inconfesable, entre el PRI y el PAN?

3. A Peña y al PRI ya les latía estas cifras electorales por ello se adelantaron a decir hace unos días que los resultados de esta elección no tendrían parecido, no serían antecedentes indicativos a las presidenciales de 2018. Quien lo haya dicho parece tener razón porque las elecciones de las 32 entidades, ni juntas, pueden tener el enorme peso de la presidencial en la que “se echa todo”. Los gobernadores de “entidades federadas e independientes” dominan en sus territorios pero realmente poseen muy poca influencia en lo nacional; más aún, muchas veces sólo obedecen porque son simples sirvientes que sólo buscan agradar al presidente.

4. Las elecciones presidenciales las deciden cada seis años los llamados “poderes fácticos”, o sea, los más grandes empresarios y el imperio de los EEUU, que son los que de manera abierta compran los votos y, al mismo tiempo, manipulan de manera abierta y cínica a los ingenuos electores. Esto ha sido así por aquello del “Presidencialismo mexicano” que mantiene en el país su peso total en todos los campos. Sin embargo cuando se trata de elecciones locales –aunque las entidades sean poderosas como el Estado de México, Veracruz, Jalisco o Nuevo León- la compra de votos no es tan grande porque interesa menos a los “poderes fácticos” y al imperio.

5. ¿Le habrá invadido a Beltrones el “complejo de Peter” y por ello lo obligarán a renunciar? ¿Creerá el asesino Calderón y su esposa que ya tienen la candidatura –con suerte la Presidencia- en la bolsa? ¿Qué sobras o desperdicios le tirarán bajo la mesa al PRD por su apoyo incondicional al panismo? ¿Y los minipartidos como asegurarán su registro en 2018? ¿Cuánto tendrá que ceder López Obrador para sumar a otros partidos a su candidatura o a sectores importantes del movimiento social? ¿Si el gobierno entero de Peña Nieto ha sido un vulgar fracaso dejará otra vez que Televisa y los demás poderes escojan candidato? (6/VI/16)