domingo, 15 de mayo de 2016

mayo 15, 2016
NUEVA YORK, 15 de mayo.- Ayer The New York Times publicó un reporte incendiario supuestamente detallando cómo trataba a las mujeres el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump.

El periódico entrevistó a 50 mujeres para la historia titulada “Cruzando la línea: Cómo se comportaba Donald Trump con las mujeres en lo privado” incluyendo mujeres de la Organización Trump, exnovias y participantes de Miss Universo.

Los índices de popularidad de Trump entre las mujeres se están desplomando mientras se prepara para enfrentar a Hillary Clinton, la presunta candidata demócrata, en la elección presidencial.

Las entrevistas revelan un cuadro muy complejo de Trump, quien promovía a algunas mujeres a puestos ejecutivos en su empresa mientras que al mismo tiempo se mofaba de la apariencia de otras y realizaba abordajes sexuales no buscados a otras más.

Aquí están algunos de los lascivos detalles que reporta el diario:


- Trump le pidió a una mujer que se “probara” trajes de baño durante una albercada en el Mar-a-Lago, y luego la llevó desfilando por todos lados: “Me llevó a una habitación, abrió unas gavetas y me pidió que me pusiera un traje de baño”, dijo al New York Times Rowanne Brewer Lane, exmodelo. “Entré al baño y me lo probé”. Cuando salió, Brewer dice que Trump la paseó por todos lados en la fiesta y dijo a la gente “Esa es una despampanante chica Trump, ¿a poco no?”.

- Cuando Trump compró el certamen de Miss Universo, él personalmente “evaluaba” a las concursantes: “Nos decían que nos pusiéramos nuestro vestuario del número con que abriríamos —los cuales revelaban casi tanto como los trajes de baño— y nos formaban en una línea para él en el escenario”, declaró al Times Carrie Prejean, Miss California 2009. “Donald Trump caminaba con su séquito y nos inspeccionaba más cerca de lo que cualquier general haya inspeccionado algúna vez a su pelotón”. Prejean comentó que muchas de las chicas se sintieron humilladas y terminaron llorando detrás del escenario.

- Trump también realizaba avances sexuales no deseados a las mujeres: “Me besó directamente en los labios”, comentó al New York Times Temple Taggart, Miss Utah 1997. “Pensé ‘Ay, Dios mío, qué asco’”. Taggart reportó al New York Times que ella no fue la única que Trump besó en la boca. Trump aún estaba casada con Marla Maples en aquel entonces, aunque le afirmó al New York Times jamás haber besado en los labios a una “extraña”.

- Trump también dejó claro que prefería trabajar con mujeres “bonitas” alrededor suyo. Cuando Bárbara Res, ejecutiva de alto nivel de Trump, subió de peso después de haber trabajado para el magnate por años, Trump la vacilaba diciéndole que “a ella le gustaban mucho los dulces”, reportó Res al New York Times.

“Era su estilo recordarme que estaba pasada de peso”.

Aun así, muchos lo vitorean por nutrir las carreras de muchas mujeres “ambiciosas” cercanas a él: Trump contrató a Bárbara Res como su gerente principal de construcción —una de las posiciones más altas en una industria dominada por el hombre— para el casino Trump Plaza, y Louise Sunshine, exejecutiva de Trump, declaró al New York Times que Trump “se volvió el hombre en mi vida que sería mi mentor”.

Trump también se esforzaba mucho para asegurarse que las mujeres cuya “ética de trabajo” respetara permanecieran en la organización: “Para mí, él ha creado un ambiente donde puedo realmente sobresalir en mi empleo y aun así dedicar el tiempo necesario a mi familia”, dijo Jill Martin, vicepresidenta y consejera asistente en la Organización Trump.

Para muchas otras mujeres, sin embargo, el comportamiento de Trump —el cual de acuerdo con The Times, parecía ser “momentos fugaces poco importantes para él” — dejó impresiones duraderas y a menudo dañinas.

“Luego de ese episodio, estuve enferma, anorexia y bulimia por cinco años”, declaró Alicia Machado, la ganadora de Miss Universo en 1996. Describió un día, a poco de ganar la corona, en que fue llevada a un gimnasio por ejecutivos de Miss Universo, donde Donald Trump estaba esperando con 90 medios de comunicación en un esfuerzo para presionarla para que perdiera peso.

Trump confirmó el incidente a The Times.

“Estuve a punto de llorar en ese momento con todas las cámaras ahí”, recuerda Machado. “Le dije: ‘Señor Trump, no quiero hacer esto’ y contestó ‘No me importa’.  Los últimos 20 años, he ido a un montón de psicólogos para combatir ese trauma”, terminó Machado. (diario.mx)