viernes, 6 de mayo de 2016

mayo 06, 2016
SEÚL, Corea del Sur, 6 de mayo.- El VII Congreso del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte ha inaugurado este viernes con un discurso de Kim Jong-un y la significativa ausencia de representantes de China, según han informado los medios de Pekín, un gesto que confirma el claro distanciamiento de quienes fueran estrechos aliados.

El matutino Global Times ha apuntado que no sólo no han acudido representantes de China sino de ningún otro país, algo que contrasta con la presencia de las 177 delegaciones de 118 países que estuvieron presentes en el VI Congreso que se celebró en 1980. Aquel evento contó con la participación de autoridades foráneas como el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, el entonces vicepresidente de China, Li Xiannian, o uno de los principales dirigentes de lo que era la Unión Soviética, Viktor Grishin.


Tras un día de absoluto hermetismo, el telediario de las diez de la noche en Corea del Norte informó del histórico Congreso del Partido de los Trabajadores, que había empezado el viernes por la mañana a puerta cerrada. En el hotel Yanggakdo de Pyongyang, donde se alojan los 130 periodistas extranjeros autorizados a entrar en el país para cubrir este cónclave, solo se escuchaba el eco de los televisores mientras las camareras sonreían emocionadas. (AFP)


Siguiendo la desconcertante línea política que mantiene el país, las autoridades han impedido el acceso al evento a las decenas de periodistas extranjeros que habían invitado para cubrirlo y la propia televisión local no ha hecho alusión alguna a la cita hasta la última hora de la noche.

El principal telediario de la jornada, el informativo de las 20:00 de la cadena estatal KCTV, ignoró la reunión y dedicó su espacio a informar sobre visitas a museos, un nuevo fertilizante, el progreso de la industria textil y finalmente, las noticias del tiempo.

Tan sólo al final de la jornada, la misma emisora ha difundido imágenes de la sesión de apertura y de la intervención del máximo dirigente del país, que alabó en su alocución la política de expansión nuclear que precisamente ha sido el origen de su distanciamiento con China.

Kim Jong-un volvió a repetir que el ensayo nuclear de enero fue una bomba H, algo que ponen en duda los expertos que estudiaron la potencia de la detonación, y calificó tal hecho de "histórico".

"Nuestros militares han realizado este año el primer ensayo de una bomba H, un evento histórico en los 5.000 años de historia de nuestro pueblo", se escuchó decir al joven dirigente.

El "líder" del país apareció en las imágenes secundado por el jefe "nominal" del estado, Kim Yong Nam y el general Hwang Pyong, a quien los expertos consideran el número dos del régimen y uno de los asesores más cercanos de Kim Jong Un en los últimos años.

Otros medios de comunicación como el principal diario norcoreano, Rodong Sinmun, y la agencia oficial, KCNA, ya se habían referido a la capacidad nuclear del país durante la jornada, incluso antes de que comenzara la reunión política.

"Es el mayor regalo de nuestros científicos e ingenieros al VII Congreso del Partido", apuntó KCNA.

El periódico añadió que la expansión de ese arsenal nunca se someterá "al reconocimiento o aprobación de otros". "El poder disuasorio nuclear de Corea del Norte es indiscutible.. y el país seguirá construyendo una fuerza nuclear y su economía de forma simultánea", añadió en una alusión a la política de "byungjin", el avance simultáneo en el terreno armamentístico y económico que lanzó Kim Jong-un como eslogan cuando accedió al poder.

Una pretensión cuya viabilidad ponen en cuestión muchos analistas. "Los dos objetivos son contradictorios. El desarrollo nuclear se ha convertido en un obstáculo para el progreso de la economía", opinó Yang Xiyu, un experto en Corea del Norte del Instituto Chino de Estudios Internacionales, citado por la emisora CCTTV de su país.

Para Katharine Moon, del 'think tank' Brooking Institute, el joven dirigente norcoreano podría utilizar esta convocatoria para alejarse de la política de "lo militar es lo primero" -el llamado "sangun"- que defendió su padre Kim Jong Il e intentar "orientar la sociedad hacia el desarrollo económico", según explicó a este diario vía e-mail.

Otro experto de la misma institución, Jonathan D. Pollack, señaló que "la agenda más urgente de Kim es instalar en el poder a una generación más joven de líderes que le sean leales y tengan los requisitos para hacer mejorar las lamentables circunstancias económicas de Corea del Norte". (Javier Espinosa / El País / ABC España)