jueves, 5 de mayo de 2016

mayo 05, 2016
JERUSALÉN, Israel, 5 de mayo.- Cientos de personas participaron ayer en Jerusalén en la ceremonia de encendido de seis antorchas que recuerdan a los seis millones de judíos muertos en el Holocausto (Shoah) y que son conmemorados en el Día del Recuerdo que celebra Israel desde anoche y hasta hoy.

El presidente de Israel, Reuvén Rivlin y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, participaron junto a otras personalidades en una emotiva ceremonia acogida en el Yad Vashem (Museo del Holocausto) que marcó el inicio de las celebraciones de una jornada tan significativa.

Israel celebra el Día del Holocausto una semana antes del día de su Independencia de acuerdo al calendario hebreo, razón por la que no coincide con la conmemoración internacional establecida el 27 de enero, fecha en la que hace 71 años las tropas soviéticas liberaron el campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau.

"He venido aquí hoy para pediros a todos perdón. No entendimos, no quisimos entender y no hemos hecho suficiente", lamentó Rivlin ante la audiencia, según recogió un comunicado oficial.

Sara Kain, Robert Tamashof, Jehosua Hesel Fried, Joseph Labi, Chaim Grosbein y Lonia Rozenhoch, los supervivientes encargados de prender las llamas de las seis antorchas. (Enlace a sus biografías)

El mandatario afirmó que el antisemitismo y la persecución de los judíos "no son una novedad sino una enfermedad crónica difícil" y prometió ser fiel al recuerdo de los fallecidos.

"Siempre sabremos cómo protegernos por nosotros mismos. El Holocausto siempre nos situará a nosotros, al pueblo judío, como fiscales eternos en el escenario de la humanidad, fiscales contra el antisemitismo, el racismo y el ultranacionalismo", dijo.

Netanyahu coincidió en que aún es posible conseguir más logros para el pueblo judío y manifestó que el deber de Israel y sus líderes "es permitiros a vosotros, los supervivientes, seguir con vuestras vidas de manera cómoda y digna".

Se dirigía a Sara Kain, Robert Tamashof, Jehosua Hesel Fried, Joseph Labi, Chaim Grosbein y Lonia Rozenhoch, los supervivientes encargados de prender las llamas de las seis antorchas que cada año marcan el comienzo de los homenajes a los muertos durante el genocidio.

"Creo que es muy simbólico y significativo que cerca de 70 años después de la peor catástrofe que aconteció a nuestro pueblo y a la humanidad vosotros, los supervivientes, estáis aquí sentados en el centro de la soberanía del pueblo judío, en su nuevo estado, en su antigua tierra. Quizá esto sea más simbólico que cualquier otra cosa", opinó el líder en declaraciones difundidas por la prensa.

En su discurso, también repasó las amenazas y retos que afrontan en la actualidad los judíos y prometió con vehemencia que "no habrá otro Holocausto".

Las celebraciones continuarán mañana, cuando las sirenas antiaéreas de las ciudades israelíes sonarán a las 10.00 hora local (7.00 GMT) durante dos minutos, tiempo en el que la actividad del país se paraliza para guardar silencio en señal de luto.

Durante la jornada habrá más actos en recuerdo de la Shoá (Holocausto, en hebreo) como la lectura pública de los nombres de las víctimas, una iniciativa para destacar que hay un nombre detrás de cada persona y que será acogida también en el Yad Vashem y la Kneset (Parlamento israelí).(EFE)