martes, 10 de mayo de 2016

mayo 10, 2016
CHARLESTON, Virginia Occidental, 10 de mayo.- El magnate inmobiliario Donald Trump ganó las primarias republicanas celebradas este martes en los estados de West Virginia y Nebraska.

Pese a estas victorias todavía no suma los 1.237 que necesita para convertirse oficialmente en el candidato del Partido Republicano de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.

Sin embargo, el magnate neoyorquino ya es el virtual nominado de la formación conservadora ya que sus dos últimos rivales, Ted Cruz y John Kasich, se retiraron la semana pasada.

Trump está tratando de conseguir el mayor número de apoyos dentro del Partido Republicano, después de una dura campaña de primarias.

El millonario, con 1,119 delegados, está ya a poco más de cien de la mitad más uno, que logrará el 7 de junio en California.

Pero líderes republicanos como Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., se han negado a apoyarlo explícitamente.

Las últimas primarias republicanas, que convocaron a las urnas este martes a los simpatizantes conservadores de Nebraska y West Virginia, no pudieron ser más atípicas. Con Donald Trump solo ya en la carrera, pero con los candidatos rivales recientemente retirados, Ted Cruz y John Kasich, todavía en las papeletas, el magnate arrasó aún más, disparándose su porcentaje de voto por encima del 70%. Hasta aquí, nada sorprendente. A falta de campaña previa y con la inercia de quien ya ha sido declarado por el partido «presunto nominado», no es extraño que refuerce aún más su hegemonía. La noticia surgió de las encuestas a pie de urna llevadas a cabo durante la jornada, particularmente en West Virginia, donde un 44% de los votantes del socialista Sanders se mostró partidario de votar a Donald Trump en noviembre. Casi el doble de los que dijeron que respaldarían a la demócrata Hillary Clinton, en el caso de que se confirme el presumible cuerpo a cuerpo entre ambos, según los resultados del sondeo difundidos por la cadena de televisión CBS.

En un estado de numerosa clase trabajadora, donde la gran mayoría de quienes acudieron a votar situó a la economía en el primer lugar de sus preocupaciones, los votantes demócratas mostraron una inclinación al trasvase de voto entre dos candidatos (Sanders y Trump) que, pese a la aparente distancia sideral entre ambos, muestran coincidencias apreciables. En especial, en el marcado acento proteccionista de sus propuestas. Ambos se han mostrado radicalmente contrarios a los grandes acuerdos comerciales que, como el TransPacífico (firmado por Obama y sólo pendiente del visto bueno del Congreso), suponen a su juicio un perjuicio para los empleos de los norteamericanos. Pero hay más. En un intento de arañar votos entre los seguidores de Sanders, el propio Trump dio hace unos días una larga cambiada a propuestas anteriores para proponer una subida de impuestos a los ricos e insinuar un aumento del salario mínimo. Mercancía que muchos votantes del senador por Vermont comprarían a ojos cerrados.

Trump es consciente de la debilidad de Clinton entre los sectores más liberales, en los que se le echan en cara sus conocidas amistades peligrosas con el mundo de Wall Street y los grandes bancos, que Sanders recuerda una vez y otra a sus seguidores. El millonario, paradójicamente miembro de ese mismo mundo, aprovecha sin embargo en cada comparecencia pública para afirmar: «Yo no estoy de acuerdo con Sanders en muchas cosas, pero en eso tiene razón». Una cercanía que abona el magnate para que le devuelva frutos en la elección de noviembre.

Entre tanto, en pleno enfrentamiento con el Partido Republicano, Trump volvió a exhibir su fortaleza con dos grandes victorias que, aunque cantadas, no dejaron de aportarle otro buen número de delegados: 36 en Nebraska y 34 en West Virginia. A falta de celebrarse primarias en siete estados, en los que vencerá con seguridad, el cálculo es que el millonario alcance los 1.237 delegados que otorgan la nominación directa el 7 de junio, último día de primarias, que tendrá a California como estado estrella. Ese día votarán también los simpatizantes republicanos de Montana, Nueva Jersey, Nuevo México y Dakota del Sur.

Sin el ruido de otras ocasiones, como si tratara de dosificar la larga campaña que todavía resta para la elección presidencial de noviembre, el showman se limitó a difundir una nota de prensa en la que manifestaba su «compromiso con la mejora de la economía y la creación de empleo» en los dos estados en litigio. (BBC / ABC España)