miércoles, 27 de abril de 2016

abril 27, 2016
Pedro Echeverría V.

1. “La remuneración que recibe el conjunto de trabajadores en México representa una cuarta parte del valor de los bienes y servicios producidos en el país en un año. En Estados Unidos y Canadá, los principales socios comerciales, la proporción se eleva hasta 55 por ciento del valor de esas economías” (Ver La jornada de hoy). Mientras tanto la clase gobernante y empresarial en México se queda con el 75 por ciento de la riqueza y en EEUU y Canadá obtiene el 45 por ciento. ¿Qué hacer ante gigantesca injusticia que sufrimos los trabajadores hoy y desde hace siglos? Por ello mi respuesta casi siempre de indignación es la misma: Hay que hacer una revolución para poner de pie todo esto que está de cabeza. ¿Pero, cómo carajos?

2. Cuando era niño y veía en mi pueblo las películas de Tarzán de la selva, odiaba siempre a gringos o ingleses asesinos cazadores de animales; deseaba que los leones, los elefantes, pero sobre todo los gorilas, acabaran con ellos y sus poderosas armas asesinas de seres humanos y animales. No olvidé nunca un pasaje cuando el poderoso gorila sacudió un árbol haciendo caer a los yanquis asesinos que buscaban escapar. Desde entonces pienso que debemos sacudir, destruir, arrancar, quemar el árbol,  donde están todos los capitalistas (gobiernos, empresarios, medios de información, alto clero) para poder iniciar desde cero la construcción de una sociedad plenamente igualitaria, muy colectivista, sin propiedad privada ni clases sociales.

3. ¿Cómo es posible que al decir discursos y hacer declaraciones no les broten o salgan gusanos por la boca de los políticos y empresarios mexicanos que sin trabajar, sin producir nada, a diario se quedan con las tres cuartas partes, (el 75 por ciento) de la riqueza nacional producida por los trabajadores? ¿De qué democracia, justicia o libertad hablan si todos los explotadores y acumuladores de capital son sus colegas de banca y de negocios? Nadie está inventando nada, son resultados de un análisis serio de  Moody’s Analyties para América Latina publicado en La Jornada. ¿Cuándo carajos dejaremos de llorar nuestra debilidad o lanzar palabras al viento y nos organizamos para sacudir ese árbol lleno de gusanos que consumen la fruta que producimos? (27/IV/16)