miércoles, 20 de abril de 2016

abril 20, 2016
WASHINGTON D.C., 20 de abril.- Dos minutos ha necesitado el diario USA Today para proclamar al promotor inmobiliario y estrella de 'reality shows' Donald Trump vencedor de las primarias del estado de Nueva York. El Wall Street Journal, cuatro. Y el New York Times, seis. Así de aplastante ha sido la victoria del candidato republicano en el estado en el que nació y en el que ha desarrollado toda su actividad profesional como constructor, promotor inmobiliario, gestor de casinos y protagonista del 'reality show' El Aprendiz.

Con el 73 por ciento de los votos escrutados hasta ahora, Trump sería el precandidato republicano más votado al lograr el 60,2% de los votos,

Otra gran cuestión es quién va a quedar segundo. Si el gobernador de Ohio, John Kasich, logra esa segunda plaza, habrá asestado indirectamente un nuevo golpe a la credibilidad del senador por Texas Ted Cruz, que está tratando de presentarse como la alternativa a Trump pese a que, salvo que se produzca un milagro, no tiene ninguna posibilidad estadística de ganar la nominación.

Trump destacó que "nadie puede ganar delegados si no es con votos" y dijo que "no nos pueden quitar una elección como intentan", en referencia al posible escenario adverso que enfrentaría si no consigue el número de delegados necesario para ser proclamado candidato antes de la convención republicana, la llamada convención abierta. (Reuters)

Por ahora, lo único que está claro es que Trump ha conseguido el mayor éxito de ningún candidato en las primarias republicanas. La mejor prueba de ello es que Kasich está pasando la noche electoral en Annapolis, en el estado de Maryland, y Cruz en Philadelphia, en el de Pennsylvania. Ambos estados celebran sus primarias el martes que viene. Y Cruz y Kasich también van a perder en ellas. De hecho, Trump inicia hoy una semana gloriosa que puede llevarle a ganar por goleada en seis estados.

La victoria del empresario hoy - y las que se le presumen el martes próximo - plantean un claro dilema al Partido Republicano: o el candidato Trump, o la guerra civil. Después de las primarias de Nueva York, el empresario y estrella de 'reality shows' va a hacer virtualmente imposible que Ted Cruz pueda lograr la nominación a la presidencia.

Trump puede alcanzar fácilmente los 840 delegados hoy (N. de la R. va en 845, según el NYT), lo que le deja a 400 de los necesarios para alcanzar matemáticamente la nominación, que requiere 1,237 delegados. A partir de ahora, le basta con conseguir el 50% de los delegados en liza para conseguir esos 1,237. Cruz, por el contrario, tiene que lograr más del 90%. Y eso es, lisa y llanamente, imposible.

El republicano con más poder del partido, el presidente del Senado, Mitch McConnell, dio ayer su opinión: guerra civil antes que Trump. "Soy crecientemente optimista acerca de que haya una segunda votación en la Convención", dijo. Una segunda votación se produce cuando ningún candidato logra el número de delegados necesario para ser nominado a la presidencia. A medida que se van produciendo votaciones, un número creciente de delegados queda liberado de sus compromisos y puede votar a quien quiera. Si ése es el caso, la Convención Republicana va a tener toda la animación de un encierro de Sanfermines, pero sin alcohol. La última vez que sucedió eso fue en 1976, entre Gerald Ford y Ronald Reagan. Y, como en todos buenos Sanfermines, también volaron las bofetadas.

En esta ocasión, además, las bofetadas volarían con más generosidad porque el aparato del partido tampoco quiere que Ted Cruz sea el nominado, lo que obligaría a sacar un caballo blanco, o a alguien presto al sacrificio, que esté dispuesto a llevar el estandarte de un Partido Republicano en guerra civil hasta lo que parecería una derrota inevitable en noviembre, salvo que Hillary Clinton, con su proverbial habilidad para meter la pata, destruya ella sola su propia campaña. (Pablo Pardo / El Mundo / CNN)