sábado, 30 de abril de 2016

abril 30, 2016
NUEVA YORK, 30 de abril.- Un nuevo análisis de lectura y matemáticas de 11,000 distritos escolares de Estados Unidos muestra hasta qué punto importan la raza y la clase social.

Los niños superan los promedios de calificación a medida que aumenta la riqueza y se atrasan conforme la pobreza crece, con muchos más estudiantes blancos en el primer grupo y muchas más minorías en la segunda. Las brechas raciales persisten incluso cuando los niveles socioeconómicos son similares.

El desempeño en matemáticas y lectura de los estudiantes de duodécimo grado en Estados Unidos no ha mejorado en los pasados 10 años y muy pocos hispanos están preparados para entrar a la universidad, según los resultados más recientes de los exámenes del Registro Nacional de Progreso Educativo (NAEP, por sus siglas en inglés).

Al igual que en años anteriores, el informe dio cuenta de la brecha académica entre estudiantes blancos y minoritarios, una tendencia que preocupa a los educadores en todo Estados Unidos. (Karsten Moran para The New York Times)

A nivel nacional, una cuarta parte (25%) de los estudiantes domina las matemáticas y una tercera parte (37%) la lectura, de acuerdo con la edición más reciente del reporte conocido como Libreta de Calificaciones de la Nación.

Pero los estudiantes hispanos tuvieron peores calificaciones que la media: solo 12% demostraron dominar las matemáticas en el último año de secundaria y 25% tienen un nivel “competente” en lectura.

El informe se basa en calificaciones de exámenes administrados en 2015 entre estudiantes de duodécimo grado en escuelas públicas y privadas en todo el país, y los resultados se comparan con los de las pruebas previas tomadas en 2013, y con los de las primeras pruebas de matemáticas, hechas en 2005, y las de lectura, en 1992.

Las pruebas de matemáticas tienen una base de 300 puntos, y las de lectura 500 puntos.

La comisionada interina del Centro Nacional de Estadísticas de la Educación, Peggy Carr, explicó en un comunicado que una calificación de 163 o más en matemáticas, y de 302 o más en lectura indica que un estudiante "posee probablemente el conocimiento, destrezas y habilidades en esas materias para considerarlo preparado académicamente para la universidad".

En matemáticas, la puntuación promedio de los estudiantes bajó de 153 puntos a 152 puntos. En lectura, bajó de 288 puntos a 287.

Si se comparan los resultados a largo plazo, las calificaciones promedio en matemáticas siguen más o menos igual que hace 10 años, cuando eran de 150, y en lectura han bajado 5 puntos durante los pasados 23 años, de 292 a 287.

Los estudiantes hispanos mejoraron sus calificaciones en matemáticas durante los pasados 10 años (de 133 a 139), pero empeoraron su desempeño en lectura durante los últimos 23 años (de 279 a 275).

En octubre de 2015, NAEP publicó los resultados de las mismas pruebas para estudiantes de cuarto y octavo grado, y halló que el desempeño en matemáticas sigue estancado en ambos grados, así como el de lectura de cuarto grado, mientras las destrezas de lectura de los alumnos de octavo mermaron en relación a 2013.

Estos últimos resultados ponen de relieve la percepción que los padres e incluso estudiantes tienen de que sus escuelas los están preparando para la universidad, pero la realidad es muy distinta.

Una encuesta de la organización Learning Heroes y Univision, publicada la semana pasada, reveló que el 90% de los padres y madres en Estados Unidos cree que las primarias están preparando a sus hijos adecuadamente y les están señalando el camino a la universidad, cuando los datos demuestran lo contrario.

Otra encuesta publicada en septiembre pasado, elaborada por Univision Noticias y XQ Institute, halló que la mayoría de los estudiantes de secundaria piensan que sus escuelas los están preparando para la universidad y el mundo laboral, pero casi la mitad luego necesita cursos remediales para ponerse al día en la universidad. (The New YorkTimes / Randy Nieves-Ruiz para Univision)