Ante el grado al que ha llegado el choque de versiones entre la Procuraduría General de la República y el GIEI, un grupo de expertos independientes designado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para participar en las investigaciones sobre la desaparición de 43 estudiantes normalistas en Guerrero, alguien podría proponer que un tercero investigue quién está diciendo la verdad y quién miente. El pasado viernes se dieron a conocer los resultados de un estudio realizado por seis expertos en materia de fuego que sostiene que en el basurero del municipio de Cocula, donde la PGR asegura que fueron incinerados los restos de los estudiantes por parte de miembros del crimen organizado, sí hubo un incendio y que hay indicios de que 17 personas fueron incineradas. El GIEI acusó a la PGR de haber violado los acuerdos a los que ambos habían llegado sobre la forma y los protocolos de divulgar los resultados del estudio. En la PGR aseguran que no había acuerdo alguno con el GIEI para el manejo mediático de los resultados y afirman que fue el vocero del grupo de los seis expertos, Ricardo D. Torres, quien propuso hacer público el resultado del estudio, y que la PGR avaló esa propuesta por considerarlo un ejercicio de transparencia. ¿Quién miente? Por si no fuera suficiente el nivel de enfrentamiento, en algunas instancias del gobierno federal aseguran que el GIEI “está haciendo un berrinche”, pues el resultado del análisis de los expertos en incendios pone en duda su imparcialidad. El intercambio de acusaciones y descalificaciones amenaza con extenderse como lumbre.
Expertos pasan sus facturas a la Procuraduría
En el nuevo estudio, que comprueba que en el basurero de Cocula fueron incineradas al menos 17 personas, lo único que está claro es que cinco de los seis expertos que lo realizaron ya enviaron a la Procuraduría General de la República las facturas por sus servicios. El grupo estuvo integrado por Frederick W. Mowrer, James D. Quintiere y José Torero Cullen, quienes fueron seleccionados a recomendación de los padres de los normalistas desaparecidos y sus representantes. Los otros tres, John D. Dehaan, Mario Ricardo Saldaña Nolasco y Ricardo D. Torres, se integraron al equipo por sugerencia de la Procuraduría General de la República. Todos, menos don José Torero, ya pasaron sus recibos y en la PGR nos comentan que ninguno de ellos los acompañó de algún comentario discrepando por la presentación de los resultados a la opinión pública.
Lanzan ofensiva contra gasolineras
En los próximos días la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) iniciará una batida para localizar y sancionar a gasolineras que no estén entregando litros completos. Nos adelantan que una de las prioridades en el proceso de reingeniería que se realiza en la dependencia que encabeza Ernesto Nemer es la de duplicar las verificaciones a las gasolineras de todo el país. Son cerca de 12 mil estaciones y la meta, nos explican, es revisar en principio al menos a la mitad. El escenario de la Profeco es que muchas de estas estaciones no saldrán bien paradas en la medición de los litros de a litro.
¿Le llegó la hora a Lira Rugarcía?
El próximo martes inicia la Asamblea Ordinaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano en la que se dará la elección de la nueva Mesa Directiva. Actualmente es presidida por el arzobispo de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, y el cargo de secretario general está ocupado por Eugenio Lira Rugarcía, quien también se desempeñó como coordinador general de la visita del Papa a México. Esta mesa busca la reelección, sin embargo tiene muchos cuestionamientos, en especial don Eugenio por el mal manejo en la asignación de invitados a la reciente visita del papa Francisco. Lira Rugarcía, nos comentan, impulsa que la elección se realice con el método electrónico, lo que según algunos miembros de la jerarquía católica les genera desconfianza ante la posibilidad de que los resultados sean manipulados. Nos aseguran que varios obispos pedirán que la elección de presidente, vicepresidente, secretario general y tesorero se realice por el método tradicional de papeletas, y que el conteo de votos se lleve a cabo con representantes de todos los candidatos. Método, que dicen, no será muy benéfico para Lira Rugarcía.
