lunes, 11 de abril de 2016

abril 11, 2016
BERLÍN, Alemania, 11 de abril.- Destacados mexicanos que han triunfado en Alemania en el arte, la academia y el deporte acompañaron la noche de este lunes al presidente Enrique Peña Nieto en la cena de honor que el mandatario de Alemania, Joachim Gauck, le ofreció como parte del inicio del Año Dual México-Alemania.

En el Palacio de Bellevue se sentaron a la mesa con el invitado de honor la estrella del ballet Staatsballett de Berlín Elisa Carrillo Cabrera, nacida en Texcoco y la primera bailarina que alcanza ese nivel en Europa; el futbolista del Bayer Leverkusen Javier Chicharito Hernández, y el matemático Raúl Rojas González, considerado el mejor profesor en la materia de la Universidad Libre de Berlín y catedrático del año.

Según un cable de la agencia Notimex, durante la cena Peña Nieto dijo que su visita de Estado a Alemania “confirma el dinamismo, la dimensión y la profundidad de nuestra relación bilateral”.

Además, destacó que “con la confianza en nuestra voluntad, capacidad y disposición, a Alemania y México nos toca contribuir en la construcción de un mundo mejor para todos”.

El presidente alemán Joachim Gauck afirmó que México es uno de los socios más importantes de Alemania en América Latina. “Con base en la confianza mutua, cooperamos tanto a nivel bilateral como multilateral, esforzándonos por encontrar respuestas a las cuestiones de futuro más apremiantes”, dijo en su mensaje de bienvenida.
Angélica Rivera de Peña,el presidente de México, Enrique Peña Nieto y su par de Alemania, Joachim Gauck, ante la escalinata de la terraza del Palacio de Bellevue.  (AP / Michael Sohn)

Discurso de Joachim Gauck, presidente de Alemania

Todo está relacionado. Alexander Von Humboldt anotó, en agosto de 1803, estas palabras en su cuaderno de viaje durante su expedición por México. La mirada sobre México de este explorador científico y humanista comprometido ha marcado profundamente la larga e intensa amistad entre nuestros países.    

Y en nuestro mundo globalizado las palabas de Humboldt son más actuales que nunca, ya que sólo podremos entender y conformar el mundo si pensamos y actuamos de manera contextual. Para ello, necesitamos relaciones que sobrepasen continentes, como la amistad entre México y Alemania.

Hoy por la mañana hemos abordado, entre otros temas, cuestiones de migración; por la tarde hemos visitado la extraordinaria exposición sobre la cultura maya en el Martin-Gropius Bau, y ahora les doy a todos una muy cordial bienvenida al Palacio de  Bellevue.

Su país, señor Presidente, es uno de nuestros socios más importantes en América Latina. En base a la confianza mutua, cooperamos tanto a nivel bilateral como multilateral, esforzándonos por encontrar respuestas a las cuestiones de futuro más apremiantes.

La superación del cambio climático es una de ellas. Y con su política climática progresista, México desempeña un papel precursor en la región y entre las potencias emergentes.

Toda política en materia de clima gira en torno a la política energética. Por eso, me congratulo de los planes existentes para intensificar la cooperación mexicano-alemana en los ámbitos de las energías renovables y la eficiencia energética, así como la protección de los recursos naturales.

Nuestro empeño conjunto también va dirigido a seguir ampliando las relaciones económicas. En este sentido, podemos enlazar con una exitosa cooperación de décadas.

En Europa, Alemania es el principal destino de las exportaciones mexicanas. Y para un número creciente de empresas alemanas en su país, señor Presidente, constituye desde hace años uno de los emplazamientos más atractivos para la producción y las inversiones en América Latina.

Todo ello da buena fe de los esfuerzos realizados por México para fomentar el crecimiento y el bienestar a través de una orientación internacional cada vez mayor.

También la OCDE ha valorado como ejemplar el talante reformista de México. Las transformaciones estructurales en el terreno económico empiezan a dar frutos.

Pero sus objetivos van aún más allá. México y sus gentes sufren los actos de bandas criminales sin escrúpulos. Los ciudadanos esperan del Estado, además de la prevención de la violencia, que los crímenes sean esclarecidos y sancionados con prontitud, y respetando los principios  del Estado de Derecho.

Soy consciente de que, en este orden de cosas, México se encuentra ante una difícil tarea. Y Alemania ofrece su ayuda al respecto. A un primer proyecto de apoyo a la Procuraduría General de la República, podrían seguir otros más con participación alemana, sí México así lo desea, porque la amistad se cimienta en valores comunes y la defensa de la vida, la libertad y la seguridad de la persona forma parte del núcleo esencial de nuestros valores compartidos.

También la cultura y la ciencia impregnan nuestra amistad. Y no me refiero sólo a la impronta de científicos, como Alexander Von Humboldt o de eventos como la exposición sobre la cultura maya, sino precisamente a los vínculos plasmados en el día a día. Valgan de ejemplo los colegios en México que ofrecen el diploma de idioma alemán.

En general, aumenta el interés de los mexicanos por aprender nuestra lengua y, al mismo tiempo, México atrae cada vez más a turistas alemanes.

La música mexicana, los tacos y el tequila, ya forman parte asimismo de la vida cotidiana de ciudades alemanas. Y millones de mexicanos y alemanes comparten una misma pasión: el futbol.

Más pasión compartida, más interés recíproco y más curiosidad los unos por los otros, es lo que yo deseo para las relaciones entre nuestros países.

El Año de México en Alemania, que hoy inauguramos, y el Año de Alemania en México, que comenzará en junio en México, brindarán múltiples ocasiones para ello.

Y todos aquellos que se sientan fascinados, animados y también sorprendidos por los proyectos y presentaciones de estas dos citas, reforzarán aún más la amistad entre nuestros países.

En este sentido, señoras y señores, tengan la bondad de alzar conmigo sus copas y brindar a la salud del Presidente Enrique Peña Nieto y su esposa, por un futuro de paz y prosperidad del pueblo mexicano, y por la amistad entre México y Alemania.

Discurso de Enrique Peña Nieto, presidente de México

Excelentísimo señor Joachim Gauck, Presidente de la República Federal de Alemania.

Muy distinguidos integrantes de la Comitiva del Gobierno alemán.

Saludo a la delegación que me acompaña y al cuerpo acreditado del orden diplomático aquí, en Alemania.

Me da mucho gusto saludar en este espacio a muy distinguidos mexicanos que tienen presencia en Alemania, como son los casos de Elisa Carrillo, Raúl Rojas y Javier Hernández, El Chicharito.

Muy distinguidos invitados.

Señores representantes de los medios de comunicación:

En primer lugar, quiero agradecer la hospitalidad del Presidente de la República Federal de Alemania, el Excelentísimo señor Joachim Gauck.

A mi esposa y a mí, lo mismo que a la Comitiva Oficial que nos acompaña, nos ha hecho sentir en casa.

Muchas gracias.

Los mexicanos apreciamos las invaluables aportaciones de la cultura alemana a la humanidad.

Los creadores, filósofos y científicos nacidos en este país han enriquecido el conocimiento y las más diversas expresiones artísticas y culturales del mundo.

Asimismo, reconocemos en Alemania a un actor que ejerce un sólido liderazgo en los ámbitos europeo y global, en temas que a todos nos concierne: como la estabilidad y el crecimiento económico mundial, la lucha contra el terrorismo, el combate al cambio climático o la búsqueda de respuestas ordenadas y humanistas al fenómeno migratorio.

Desde hace más de dos siglos, incluso antes de la conformación constitucional de nuestros estados, alemanes y mexicanos han ido escribiendo una rica historia de amistad y entendimiento.

Desde la visita del sabio naturalista Alexander von Humboldt a suelo mexicano, los vínculos entre nuestras sociedades se han multiplicado y fortalecido.

En la actualidad, la presencia alemana es clara en la vida cotidiana del país. La encontramos en medicinas elaboradas por Bayer o Merck; se observa en las vialidades, donde transitan automóviles, camiones y autobuses: Volkswagen, BMW o Mercedes Benz; lo mismo que en ropa deportiva de Adidas o Puma, por mencionar sólo algunos ejemplos.

Quiero destacar al Instituto Goethe, que enseña a muchos jóvenes mexicanos el idioma y los valores de este gran país, lo mismo que al Colegio Alemán, de gran tradición por la elevada calidad de su enseñanza.

Nuestros intercambios económicos, también son significativos.

Con un comercio total superior a los 15 mil 750 millones de euros, Alemania es nuestro primer socio comercial de la Unión Europea, y nuestro sexto inversionista mundial.

Por todos estos vínculos, los Gobiernos de Alemania y México decidimos poner en marcha, en junio de 2015, una Comisión Binacional que nos acerque aún más.

Este mecanismo institucional, al que llamamos Alianza para el Futuro, busca identificar áreas pertinentes de cooperación, a partir de una visión de largo plazo.

Para México es un honor ser el primer país latinoamericano en tener una comisión binacional con Alemania. Sus alcances son prometedores.

Destaco también la instrumentación del modelo alemán de educación dual, que amplía las oportunidades de los jóvenes al ofrecerles simultáneamente estudios y una fuente de empleo; lo mismo que los proyectos en materia de infraestructura y energías limpias.

La renovada cercanía entre nuestros países también se refleja en el inicio de las actividades del Año Dual Alemania-México, que permitirá, a nuestras sociedades, conocerse mejor.

Nuestra amistad y nuestros intercambios se basan en valores compartidos y en la determinación de asumir la responsabilidad global que corresponde a cada nación.

Con ese propósito, hemos mantenido una eficaz y estrecha cooperación, tanto en la Organización de las Naciones Unidas, como en el G20, que presidirá Alemania en el 2017.

Estoy seguro de que la capacidad y el liderazgo de Alemania permitirán alcanzar grandes resultados en este foro, que reúne a las principales economías del mundo.

Señoras y señores:

Esta Visita de Estado confirma el dinamismo, la dimensión y profundidad de nuestra relación bilateral.

Yo estoy convencido de que Alemania y México seguiremos sumando esfuerzos con responsabilidad y visión de futuro para construir un mundo a la altura de la dignidad humana.

Recordemos las palabras del filósofo alemán Max Weber: El hombre no habría alcanzado lo posible de no haber intentado una y otra vez lo imposible.

Con la confianza en nuestra voluntad, capacidad y disposición, a Alemania y a México nos toca contribuir en la construcción de un mundo mejor para todos.

Quisiera invitar a los asistentes para hacer un brindis en honor del Excelentísimo señor Presidente Joachim Gauck.

Brindo por el bienestar de los pueblos alemán y México, y por el fortalecimiento de los lazos que nos unen.