martes, 19 de abril de 2016

abril 19, 2016
WASHINGTON D.C., 19 de abril.- Lo avanzó el secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, y lo ratificó el presidente: Obama no firmará la ley de inculpación de Arabia Saudí para que Estados Unidos actúe legalmente contra el primer país del Golfo Pérsico por sus vínculos con los ataques del 11-S. Justifica su negativa en que “abriría la puerta a que otros actuaran contra Estados Unidos” en cualquier otra circunstancia. El presidente norteamericano anunció también que está a punto de desclasificarse y hacerse público el informe de 28 páginas que da cuenta de la investigación sobre los vínculos del régimen wahabí con el mayor atentado de la historia, que costó la vida a más de 3.000 personas, dejó heridas a otras 6.000 y cambió Estados Unidos y el mundo.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, partió hoy hacia Riad en medio de la controversia por su rechazo a un proyecto de ley que busca permitir que las víctimas de los ataques del 11S puedan demandar al Gobierno de Arabia Saudí por esos atentados terroristas. (The New York Times)

Pese a que la comisión de investigación creada al efecto concluyó que no había indicios suficientes que demostraran esa implicación, familiares de víctimas, con ayuda de congresistas de ambos partidos, Republicano y Demócrata, se aferran a los vínculos de saudíes residentes en suelo estadounidense con el yihadismo de Al Qaida y Bin Laden. La publicación del informe dará algo de luz. Mientras Arabia amenaza con liquidar todos sus bienes en este país, valorados en unos 750.000 millones de dólares, incluidos títulos del Tesoro norteamericano, Obama no ocultó su inquietud por ese incómodo escollo en la relación del país con uno de sus aliados necesarios, en una entrevista con el conocido periodista Charlie Rose, en la cadena CBS.

El presidente inicia hoy una gira a Oriente Próximo y Europa con un ánimo reparador. Su política exterior, con demasiadas debilidades, cojea por la misma carencia que se atribuye a su personalidad: la cercanía, empatía y la capacidad de estrechar lazos con jefes de Estado y de Gobierno de países aliados. Arabia Saudí, más distanciada que nunca; Reino Unido, después de abiertas críticas al primer ministro Cameron por su falta de compromiso en la guerra de Libia en entrevistas domésticas, y Alemania, donde Merkel sufre su popularidad más baja desde que es canciller, serán sus destinos durante los siete días de viaje.

Obama se convierte hoy en el presidente estadounidense que más ha visitado oficialmente Arabia Saudí. Lejos de ser un buen síntoma, el mandatario estadounidense llega a Riad para restañar heridas. Además del litigio sobre el 11-S, el acuerdo nuclear con Irán, eterno enemigo chií del país de credo suní por excelencia, ha alejado a uno de los países imprescindibles en la lucha contra Daesh. Obama se esforzará en transmitir a todos los países del Golfo Pérsico que el pacto con Teherán era el menor de los males. El malestar de Riad se trasladó el pasado fin de semana a la reunión de países exportadores de petróleo. Arabia Saudí no está dispuesto a que Irán obtenga un beneficio extra y le exige que se reincorpore al mercado con los mismos precios que en el momento en que se aplicaron las sanciones.

La visita a Londres y Hannover serán otra prueba para un presidente que mantiene una popularidad relativamente alta en su país (en torno al 50%, solo igualada por Reagan y superada por Bill Clinton), pero con una marcada distancia de los principales mandatarios europeos. “Nunca he oído que Obama tenga una relación personal con alguno de ellos”, afirma Xenia Wickett, responsable del programa Americas en el think tank londinense Chatham House. “No es ni frío ni calor, sencillamente no hay relación”.

Su falta de compromiso tras los ataques terroristas de París, cuando el presidente francés Hollande salió a la calle en manifestación de la mano de Cameron y Merkel, sin que hubiera un solo representante de la Administración Obama, ha abierto una brecha difícil de cerrar. Está previsto que tanto en Reino Unido como en Alemania el presidente norteamericano utilice un discurso a modo de bálsamo. Hacia Cameron, con un apoyo a su postura contraria a la salida de las Islas de la Unión Europea, en el referéndum del 23 de junio. Hacia Merkel, con un respaldo a su política de acogida de refugiados sirios que tanto le compromete.

La "Ley Justicia contra los Patrocinadores del Terrorismo", de ser aprobada, facilitaría a las familias de las víctimas de los ataques del 11 de septiembre de 2001 demandar a los gobiernos extranjeros que ayudaron a al-Qaeda a realizar los ataques.

Un reporte parcialmente secreto sobre los ataques del 9-11 conocido como las "28 páginas”, destaca posibles relaciones entre elementos sauditas y los secuestradores de los aviones de los ataques de 2001.

Quince de los 19 terroristas que participaron en el ataque eran originarios de Arabia Saudita.

Las familias de las víctimas quieren que el reporte sea desclasificado y el presidente Obama dijo el lunes que el director nacional de inteligencia revisará el documento y tomará una decisión.

La visita de Obama, la cuarta durante su gobierno, será seguida por su participación en una cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo, una alianza de seis estados que incluye Arabia Saudita, Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos, Catar, Bahréin y Omán. (Manuel Erice / ABC / voanoticias.com)