jueves, 21 de abril de 2016

abril 21, 2016
BARCELONA, España, 21 de abril.- Es uno de los cantantes latinos más importantes del mundo pero, a sus 46 años, el entorno de Luis Miguel Gallego Basteri hace un balance muy negativo del momento actual que vive el intérprete: puede estar a punto de tirar su carrera por la borda. De nada sirven ahora los méritos o las estadísticas. Sus 10 discos de oro, 5 premios Grammys y 4 Grammys Latinos le convierten en uno de los artistas más laureados del mundo, aunque parece que las cosas están cambiando para él, en una grave crisis personal que se une a problemas legales.


Profesionalmente hablando, el famoso cantante de rancheras mantiene una batalla legal con uno de sus antiguos teclistas, al que tendrá que indemnizar con seis millones de euros, según informaba recientemente el rotativo La Opinión. Luis Miguel arrastra la demanda desde hace once años, aunque no ha sido hasta ahora que la sentencia se ha resuelto en su contra: debe cumplir con la demanda pagándole el tiempo extra, los gastos médicos, las actuaciones laboradas, las prestaciones subsidiarias y, además, reinstaurar al teclista en su trabajo.

La relación del músico con el cantante se inició en 1990, y fue despedido en 2005, tras sentir molestias en una presentación en Estados Unidos en un oído, a lo que Luis Miguel reaccionó dándole una aspirina. Según el teclista, él pidió que lo trasladaran a un hospital, algo a lo que el intérprete se negó, invitándole a que fuera a uno que se pudiera pagar. El músico se marchó por su propio pie al centro más cercano donde le diagnosticaron un Neumotórax causado por el volumen del sonido. El teclista contactó con Luis Miguel para informarle de que tenía que hacer reposo, algo que tampoco admitió el cantante hasta el punto de que le hizo trabajar en los últimos espectáculos hasta que le despidió. Según fuentes cercanas al artista, éste le ofreció al músico 5.000 dólares a cambio de que no le denunciara, algo que, finalmente, rechazó para emprender acciones legales que ahora le han dado la razón.

Salud maltrecha

Los juzgados no son, no obstante, la única causa que están haciendo que Luis Miguel viva una pesadilla. Su salud también le está pasando factura. Las alarmas se encendieron el pasado mes de noviembre cuando el cantante mexicano se vio obligado a cancelar de imprevisto un concierto alegando problemas de salud sin que trascendieran las molestias. Algo que se ha repetido con los conciertos que tenía programados para los meses de marzo y abril. Fuentes cercanas al artista aseguran que ha sido diagnosticado de un tinnitus degenerativo, por lo que podría quedarse sordo, algo que él no quiere admitir. Además, el círculo íntimo del intérprete ha admitido que el cantante ya sufría de otros problemas de salud que, con este diagnóstico, podrían llevarle a tirar su carrera por la borda.

La cancelación de sus conciertos no está ayudándole. Incluso se rumorea que su relación con el Auditorio Nacional de México está rota, ya que la dirección del recinto está muy molesta por cómo se han hecho las cosas y ya no confían en la palabra de Luis Miguel de cara a futuros recitales. En su último concierto, el cantante se fue del escenario cuando solo habían pasado 15 minutos, algo que desde el Auditorio más importante del país no entienden y de lo que el intérprete no ha querido hablar. Además, ya ha tenido que cancelar dos conciertos en este mismo recinto, algo que ha afectado a la imagen del propio Auditorio. (Alberto Domènech / La Vanguardia)