miércoles, 6 de abril de 2016

abril 06, 2016
MÉRIDA, Yucatán, 6 de abril.- La regidora Milagros Romero Bastarrachea exporesa su posicionamiento sobre la sesión de Cabildo:

Hoy escuché en esta sesión 4 afirmaciones que pretenden justificar los gastos y las cuentas del carnaval.

1.- Seguridad: Lo que me remite a que históricamente el carnaval no se realizaba en Xmatkuil y eso no ha sido indicador de que quienes crecimos o nacimos aquí hayamos estado expuestos por nuestros padres a algún peligro; ¿o acaso sus padres los pusieron en riesgo?

2.- El subsidio que se pide aprobar es menor que el del año pasado: les quiero recordar que la cuenta pública de la administración pasada, incluyendo el carnaval, está bastante cuestionada.

3-. Beneplácito: hay muchísimas más voces que no están de acuerdo con la ubicación del carnaval y con el hecho de que para la ciudad, pase sin sentirse.

Milagros Romero Bastarrachea, regidora por Movimiento Ciudadano.

4.- Cumplimiento en la transparencia de los recursos públicos: en este sentido se puede afirmar, sin exageraciones, que está siendo largo y sinuoso el camino que la sociedad mexicana, yucateca y meridana están recorriendo para lograr que la transparencia y la rendición de cuentas se conviertan en prácticas cotidianas que se ejerciten, en cualquier de los tres niveles de gobierno, sin que medie algún tipo de apremio o presión. Incluyendo por supuesto el gobierno municipal de Mérida.

Lo anterior en virtud de que durante la entrega recepcón solicité en sesión de comisión el listado de los asesores del Ayuntamiento de Renan Barrera, la respuesta del contralor fue que vaya al UMAIP, posteriormente solicité las cuentas de los ingresos y egresos generados durante los meses de septiembre a diciembre de 2015, cumpliendo con la formalidad institucional que se requiere, (¡hace más de un mes!) y no me fueron entregados. Esto pese a todos los recursos de carácter tecnológico existentes en la actualidad.

En el caso especifico del carnaval, el dia de hoy se nos presenta un subsidio sin que hasta la fecha exista un desglose puntual y preciso de lo que implicó financieramente esta festividad. La cual, hay que señalar, fue cedida y concesionada a los intereses de unos cuantos particulares, en detrimento de la real asistencia y capacidad de consumo de quienes se atrevieron a desafiar el desfavorable clima que prevaleció durante esos días.

Me parece grave y hasta una burla que pese a que no se ha informado lo que aconteció con los recursos durante los días en los que duró este evento, además ahora se está pidiendo que se apruebe una erogación de más de cuatro millones doscientos mil, doscientos cuarenta y siete pesos.

Se le pregunta al alcalde ¿de qué se trata?

¿Se trata de que quienes conformamos este cuerpo colegiado, muy ad hoc con el tema, juguemos el rol de comparsas?

¿O de que aprobemos lo que se nos presente sin preguntar, señalar o cuestionar?

¿O acaso se trata de que evitemos saber más de lo que esta administración y su primer círculo de colaboradores consideran que debemos de saber y conocer?

¿Acaso no fue suficiente el haber impuesto un cambio de derrotero para privar que la gente humilde de Mérida se apropiara, temporalmente, de la avenida emblemática por excelencia de los meridanosos y las meridnas?

Aparte de la opacidad y la secrecía con la que se está manejando la información respecto al carnaval de este año, hoy se pretende que se apruebe el hecho de que sean los meridanos y las meridanas quienes paguen las ineficiencias, los errores y las incapacidades tanto de organizadores como de patrocinadores, mediante la transferencia de recursos que bien pudieran aplicarse para otros rubros que cumplan de mejor manera el mejoramiento de la calidad de vida de quienes habitamos el municipio de Mérida.

No cabe duda de que las palabras que expresan deseos pierden su total sentido en tanto no se convierten en hechos tangibles y evidentes. El discurso de transparencia y de rendición de cuentas muy poco tiene que ver con la aprobación de un punto que tiene como antecedente la negativa de dar a conocer de manera precisa y puntual tanto a la ciudadania como a quienes conformamos este cuerpo edilicio los pormenores de lo que sucedió en el último carnaval de Mérida.